El CEO de SpaceX, comunicó a sus empleados a través de un correo electrónico para trabajar aceleradamente en los motores Raptor.
La comunicación interna de SpaceX es clara, Elon Musk quiere que se trabaje en la producción de los motores Raptor y salir de esta crisis que los podría llevar a la quiebra.
Si la producción no aumenta para soportar una alta tasa de vuelo del nuevo cohete Starship, de SpaceX. La quiebra sería inminente para el próximo año.
El Raptor es el motor de metano masivo de SpaceX que se utilizará para impulsar el sistema de lanzamiento de próxima generación de la compañía, llamado Starship.
Es un gran problema ya que SpaceX logró una alianza con la NASA, la cual le otorgó un contrato de 2.9 millones de dólares para desarrollar Starship como un módulo de aterrizaje lunar.
Este módulo lunar planea transportar astronautas a la superficie de la Luna en 2025. SpaceX trabaja para desarrollar y probar prototipos de Starship en Boca Chica, Texas.
A pesar de las malas noticias, SpaceX planea llevar a cabo el primer lanzamiento orbital de Starship a principios de 2022.
Te puede interesar: ¿Tesla se despide de Elon Musk?
Más horas de trabajo para evitar la quiebra
El correo de Elon Musk, dice que SpaceX necesita lanzar Starship al menos una vez cada dos semanas durante el próximo año para evitar la quiebra de la empresa.
De esta forma Musk entró de lleno a solventar el problema y comentó: “Iba a tomarme este fin de semana libre, como mi primer fin de semana libre en mucho tiempo, pero en cambio estaré en la línea Raptor toda la noche y durante el fin de semana”.
Asimismo solicitó a sus empleados a sumarse y acudir a la empresa a trabajar con sede en California.
Por si fuera poco, los intereses de SpaceX también afectan los de Starlink, ya que se pretende lanzar una megaconstelación de casi 12.000 satélites para proporcionar cobertura de Internet de banda ancha a los usuarios de toda la Tierra.
Actualmente orbitan mil ochocientos satélites de Starlink y atienden alrededor de 140 mil usuarios en más de 20 países. El problema es que sólo está la primera versión de los satélites y la mayoría no cuenta con láseres que les permitan comunicarse entre sí.
La quiebra es un riesgo y Musk no teme en reconocerlo para cambiar el rumbo, tal como lo hizo con Tesla en 2018 por problemas de producción del Model 3. Hasta ahora no ha quedado en quiebra ninguna de sus compañías tecnológicas.