¿Cómo ser mejor líder?, ¿Por qué nos cuesta tanto trabajo delegar?
Tratamos de hacerlo todo e intervenimos frecuentemente en la ejecución de las actividades que pedimos a los miembros de nuestro equipo. ¿Cómo ser mejor líder?
De qué manera podemos evitar truncar el desarrollo de nuestros colaboradores, complicar los resultados y mejorar la confianza.
Como líderes debemos ser conscientes que delegar contribuye y favorece el resultado de nuestra organización, pero, sobre todo, a la productividad de nuestro equipo.
¿Por dónde comenzar?
- Confiando en las habilidades y responsabilidad de cada miembro de nuestro equipo;
- Ocupándonos de comunicar de forma eficiente y asertiva;
- Siendo abiertos para conocer a cada persona que forma parte de nuestro equipo;
- Escuchando con el ánimo de entender lo que nos plantean, solicitan o dan a conocer.
Son cuatro pasos que se leen y suenan fáciles de llevarlos a cabo, pero en realidad no es así; debemos trabajar en cada uno de ellos, y practicarlos a diario.
Capitaliza el aporte de cada miembro del equipo
Cada persona posee habilidades que la hacen diferente de las demás.
Sus capacidades evolucionan a lo largo de su vida por lo que va aprendiendo.
Las habilidades que cada uno tiene, complementan a las del equipo en su conjunto.
Es importante identificar las fortalezas de cada integrante del mismo, para saber qué actividades y responsabilidades asignarle.
Sé asertivo
Para que la comunicación sea eficiente debemos expresarnos de forma objetiva, clara, precisa y breve.
Es importante que al comunicarte evites realizar ataques personales, reproches u ofensas.
Que te ocupes de construir confianza.
Recuerda que comunicas al hablar y también con tus acciones.
Con base en eso, cuando hables con un integrante de tu equipo o con todo los miembros, procura verlos a los ojos; tener una postura corporal abierta; modular tu tono de voz y, sobre todo, procurar que tus intervenciones sean de calidad.
Tu equipo lo constituyen personas
La empatía es una cualidad que conviene desarrollar ya que nos ayudará a lo largo de nuestra vida a conectar con las personas.
Si somos capaces de escuchar, conoceremos cuáles son las motivaciones y las preocupaciones de nuestro equipo, forjando un vínculo fuerte de comprensión y confianza potenciando el trabajo del conjunto.
Saber escuchar, la clave de la comunicación
La escucha atenta es una de las primeras aptitudes que determina el manejo de las relaciones.
Al escuchar con atención, demostramos de forma genuina que nos interesa nuestro equipo.
Es una forma efectiva de recibir información correcta de parte de los miembros y ,sobre todo, de aprender cómo hacer mejor las cosas .
Saber escuchar es un arte que debemos desarrollar para tener un buen ambiente laboral, evitar conflictos y estar más unidos con el equipo.
“El hombre es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras”
Para potenciar a nuestro equipo debemos ocuparnos de forma genuina y auténtica de saber quiénes lo conforman, qué los motiva, qué piensan.
Valoremos a cada uno de los miembros; evitemos micromanagement.
Confiar en sus capacidades y delegar responsabilidades en ellos, es uno de los mejores recursos para motivarlos.