Una tercera parte de las empresas ya está utilizando soluciones NaaS o de red como servicio, ya sea para acceder a la red o para la conectividad de la nube, estimó IDC.
El calculo se desprende de un estudio reciente que IDC realizó para HPE Aruba, en el que entrevistó a 1100 ejecutivos en 11 países para conocer sus opiniones y requisitos en torno a la adopción de NaaS.
La consultora identificó que la pandemia de COVID-19 aceleró la necesidad de agilidad en la adquisición y gestión de TI y redes.
Esta reducción pone de evidencia de la agilidad que se necesita para la dinámica empresarial en la actualidad y el impacto que eso genera en la red, y ambos factores están impulsando la demanda de NaaS.
IDC contempla que la implementación de una solución de NaaS puede lograr la flexibilidad financiera que requieren los ciclos de planificación más cortos, además de brindar una infraestructura ágil que le permite adaptarse a la dinámica empresarial cambiante.
Otros cambios claves en la gestión de redes a partir de la llegada del Covid-19 incluyen la necesidad de conocimientos para optimizar el rendimiento de la red, una mayor dependencia de las plataformas de gestión basadas en la nube y la necesidad de automatizar las tareas de red.
Las soluciones de NaaS ayudan a lograr cada uno de esos cambios con una plataforma basada en la nube que incluye analítica para impulsar la automatización y mejorar la capacidad de respuesta ante los cambios en la red.
Las organizaciones buscan maneras de simplificar la administración y la seguridad de sus redes.
Según se desprende de la encuesta, quienes adoptaron NaaS reconocieron que esta implementación puede mejorar la seguridad, facilitar los esfuerzos de sostenibilidad y resolver las preocupaciones sobre el cumplimiento normativo y las sanciones financieras.
La encuesta reveló que el tamaño de las organizaciones que buscan una solución NaaS se ha ampliado con criterios específicos para regiones particulares y tamaño de empresa.
IDC predice que, para 2025, el 60 % de las empresas financiarán los proyectos de las LOB y de TI con presupuestos basados en gastos operativos, siguiendo la forma en que los proveedores prestan sus servicios con un enfoque en los resultados determinados por los SLA y los KPI.