Mis estimados cómplices, aquí les va un análisis sin filtros, para que sepan lo bueno y el 2025 no los agarre distraídos.
Lo Bueno: Aquí hay hueso para roer
El nearshoring nos hace guapos: México sigue siendo el “consentido” para la relocalización de cadenas de suministro. Si ustedes, revendedores, no están listos para surtir soluciones en manufactura digital y logística avanzada, ¡se están perdiendo la piñata! Según Select, el potencial está en infraestructura, nube y ciberseguridad, justo donde está la lana.
La nube trae tormenta… pero de billetes: IDC dice que los servicios de cloud y SaaS están reventando la liga. Si ofrecen integración de servicios a empresas que buscan automatizar hasta los suspiros, el cielo es el límite.
Los mayoristas están on fire: Con un crecimiento del 3.9%, son los rockstars del canal. Si saben empacar IA generativa, machine learning y ciberseguridad, tienen el combo ganador.
Lo Malo: Agua sucia en el bote de tamales
La desaceleración nos pisa los talones: Aunque el sector TIC creció 4.9% en 2024, ya no es la locomotora de otros años. Entre la incertidumbre política y económica, muchos clientes están apretando el cinturón, y eso impacta en las ventas. ¡Cuidado, carnales, que en tiempos flacos solo sobreviven los listos!
Mucho ruido, pocas nueces: El gobierno sigue dejando el presupuesto TIC subejercido. Aunque las oportunidades existen, hay que sudarle más para entrarle a proyectos grandes.
La brecha digital es un chiste malo: Mientras ustedes venden servidores que parecen ovnis, hay empresas que todavía usan sistemas dignos de un museo. Ahí hay una mina de oro, pero se necesita evangelización tecnológica.
Lo Feo: Directo a la cara, sin maquillaje
La escasez de talento es como el chisme: no se acaba nunca. Mientras los clientes piden implementaciones “futuristas”, muchos revendedores no tienen ni al becario para configurarlas. Si no invierten en certificaciones y equipos capacitados, están cavando su tumba con la pala de la ignorancia.
La competencia está de perros: Los márgenes en hardware barato ya no alcanzan ni para un tamal. Los que siguen vendiendo computadoras como si fuera 1999, ¿cómo les digo? Ahí ya no hay carnita, señores.
El ruido político y regulatorio: Entre las broncas con el vecino del norte y las leyes que parecen escritas en una peda, los clientes tienen miedo de invertir. Aquí toca ser terapeuta y vendedor, todo en uno.
¿Y entonces qué, qué hacemos?
* Apuéstenle al valor: Ofrezcan soluciones integradas, no solo fierros. Nube híbrida, ciberseguridad y modelos de suscripción son el pan y mantequilla del futuro.
* Aprovechen el nearshoring: Prepárense para atender a la manufactura 4.0 y cadenas de suministro digitalizadas. Aquí está la mina de oro que otros no ven.
* Capacítense o despídanse: Sin talento especializado, venderán humo. Certifíquense en IA, analítica avanzada y tecnologías emergentes, o quedarán fuera de la jugada.
Así que, mis adorados vendedores del futuro, ajusten sus narices rojas y prepárense, porque el show sigue en 2025. ¡Y recuerden, si les va bien, inviten!