Literalmente, el certificarte o invertir en la certificación de tu personal te abre las puertas del mundo. Cada día es más común ver que integradores y profesionales nacionales participan en proyectos globales gracias a la especialización que ostentan.
Y es que contar con una o varias certificaciones en materia de tecnología y prestación de servicios es un filtro que los clientes emplean para contratar a proveedores o adquirir algún producto y lo hacen para estar seguro y confiados de que lo que consumen o contratan cumplirá con sus expectativas.
Ocuparse de contar con una certificación también establece una diferencia entre quienes participan en un ramo productivo específico; quienes cuentan con ella confirman que poseen un conjunto de conocimientos, experiencias y habilidades para el desarrollo eficaz de una tarea.
En la industria de Tecnologías de la Información y Comunicaciones la exigencia de contar con certificaciones aumenta. El dinámico avance tecnológico exige que los prestadores de servicios se mantengan al día y especializados, a fin de que los consumidores sepan siempre qué es lo que realmente pueden exigir de ellos.
Con base en esa premisa es que fabricantes y mayoristas se ocupan de acercar los conocimientos, entrenar y mantener vigente el conocimiento técnico y comercial de quienes les apoyan a revender productos y servicios en el mercado mexicano.
El beneficio principal es que los consumidores nacionales pueden acceder siempre a lo último en tecnología y servicios contando con el soporte de expertos locales, y que se desarrolla el hábito de ubicar la calidad de cada producto al adquirirlo.