Del efectivo se pasó al pago con tarjetas; de las tarjetas presentes a las no presentes; de acuerdo con Prosa viene la experiencia al cliente.
De enero a mayo de 2021, la facturación de tarjetas de crédito con tarjeta no presente representó el 39% del total facturado, 43% más respecto al mismo periodo del 2020.
Por otro lado, en el uso de las tarjetas de débito, la facturación con tarjeta no presente es del 21%, es decir, 70% más que en el año anterior.
Estos datos fueron recabados por Prosa, quien realizó una encuesta sobre los medios de pago digitales y su uso en México.
Jeok Cruz, director general Adjunto Comercial de Prosa, señaló que, a raíz de la pandemia, hubo una adopción de pagos digitales en el consumidor con tarjetas, y que, en 2020, los canales digitales para pagos crecieron 21% respecto al 2019.
Este año, y pese a la reapertura parcial de comercios físicos, el crecimiento de los pagos digitales es del 54%.
“Algunos comportamientos llegaron para quedarse, y hay tecnologías que sido bien acogidas por los clientes y que seguirán adelante”, dijo Cruz.
Un 94% de los encuestados dijo que los métodos de pago digitales como contactless y las transferencias bancarias son tendencia, sobre todo porque son instauradas en el sector formal de la economía.
No obstante, México figura entre los grandes usuarios de efectivo gracias al sector informal y al miedo a la fiscalización.
Pagos digitales antes de la pandemia
Así como se transformó la manera en que se compra, también en la que se paga. Antes de la pandemia, había cierta orientación hacia los pagos digitales como el pago con tarjetas, compras electrónicas, domiciliación en el pago de servicios, y las transferencias interbancarias a través de SPEI, cada uno en distintos niveles de maduración.
Con la pandemia se procuró el menor uso de efectivo y los medios de pago digitales crecieron. Con el afán de tener menos contacto con el dinero en efectivo, las tarjetas mantuvieron un uso constante, no obstante, en 2020 hubo más transacciones de tarjeta no presente.
José Luis Salsamedi, director de Operaciones y Tecnologías Transaccional en Invex, señaló que previo a la pandemia un 45% de las transacciones eran de tarjetas no presente y 55% de tarjetas presentes. En cambio, los meses más álgidos del confinamiento se revirtieron las cifras, llegando a 60% no presente y 40% no presente.
Hoy el uso es muy parejo; según Salsamedi el cambio está en el aumento del ticket promedio en tarjetas no presentes. El ejecutivo afirmó que aún en las transacciones de poco valor aumentaron el uso de pagos electrónicos.
Los pagos con tarjeta no presente son como en el comercio electrónico, cuando ni tarjeta ni titular están presentes físicamente en la tienda; en las transacciones de tarjetas presentes se le solicita una firma, una identificación, algo que valide que la transacción está autorizada por el titular de la tarjeta.
¿Qué pasará con el efectivo?
La economía mexicana se mueve en el uso de efectivo. Más del 60% de las transacciones de mediano a bajo valor se con hacen con él. En años previos a la pandemia tuvo un ligero repunte en su uso, pro en 2020 perdió terreno.
El efectivo es el método de pago de mayor preferencia, cada vez menor, pero tiene el aún preponderante 44% de uso. En cambio, los pagos móviles solo representan el 16%, y las tarjetas de débito y crédito tienen participación del 39%.
Retos futuros de los medios de pago
Desde el punto de vista Juan Miguel Guerra, Líder de Rappi México, el futuro son los pagos digitales pero el plástico tiene un papel muy fuerte.
En Asia, los pagos digitales tienen preponderancia ante el plástico porque se plantean como una alternativa sustancialmente mejor que las tarjetas y el efectivo, dan una buena experiencia al cliente.
A partir del relajamiento del confinamiento, Fernando Rodríguez, director de canales de Medios de Pago en Scotiabank, ve aparecer nuevamente a la tarjeta presente, pero considera que en el futuro podría tomar mayor relevancia la tecnología sin contacto o CODI.
Los bancos no son los únicos jugadores
Con la digitalización entraron y seguirán entrando nuevos jugadores, Rappi y Banorte, por ejemplo, se aliaron para tener una mejor distribución, acceso de datos, recurrencia, a fin de que el usuario pueda pedir comida, comprar viajes y solicitar una tarjeta de crédito.
Guerra afirmó que es difícil para un banco construir una súper app desde cero, pero que es relativamente fácil para una super app encontrar un banco aliado, por lo que este tipo de alianzas serán más frecuentes los siguientes meses.
La banca mexicana tecnológicamente es muy competitiva y tiene que seguirlo siendo, por lo que seguirán las inversiones, aunque los órganos reguladores tendrán que asimilar estas alianzas, así como flexibilizar el uso de la nube, ya que existe una necesidad de las instituciones financieras de ser más ligeras, quitar mainframes y sistemas legados.
Otros jugadores que surgieron en el mercado son los Big Tech como Amazon y Google que tienen un apetito por el crédito, aunque los bancos son más sólidos y tienen más experiencia en el manejo del dinero.
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Asignaturas pendientes
La primera tarea para atraer a más clientes hacia la diversidad de pagos digitales está en crear ambientes cómodos y seguros para el cliente. No hacerlos trasladarse a sucursales; crear experiencias para ellos.
Por otra parte, la banca y las Fintech tienen que trabajar en la prevención de fraude de tarjeta no presente, idear entre todos los actores una última autenticación, como poner SMS, Push, o algún otro mecanismo de fácil implementación y de bajo costo que se pueda hacer rápidamente.