The Wall Street Journal realizó pruebas con iPhones y otros smartphones de Samsung verificar su resistencia a 3, 30 y 300 pies de altura.

Desde que un tapón en la puerta de un avión de Alaska Airlines salió disparado en pleno vuelo en enero, el mundo ha estado esperando una respuesta a una gran pregunta: ¿Cómo sobrevivió un iPhone?

The Wall Street Journal recordó que cuando el fuselaje del Boeing 737 MAX 9 se abrió, un iPhone 14 Pro Max salió volando y cayó a 16 mil pies de altura (4 mil 877 metros)… y luego fue encontrado completamente ileso.

¿Fue porque una funda protectora envolvía el celular en el aire? ¿O porque era una unidad más nueva y duradera?

Vidrio, velocidad terminal y la hierba

El diario realizó pruebas al dejar caer unos iPhone 14 y Samsung Galaxy S23 desde 3, 30 y 300 pies (91 centímetros, 9.1 y 91 metros) sobre césped y asfalto.

Si bien no son los modelos más recientes, éstos usan vidrio Corning de primera línea y representan las últimas afirmaciones de durabilidad hechas por Apple y Samsung.

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El iPhone y el Galaxy sin funda protectora sobrevivieron a caídas de 3 y 30 pies y en la de 300, pese a los fuertes golpes, no sufrieron daños reales.

“No importa si dejas caer el celular desde 300 pies de altura o desde el espacio.

“Será el mismo resultado debido a algo llamado velocidad terminal” sostuvo Mark Rober, ex ingeniero mecánico de la NASA.

Se trata de la velocidad que alcanza un objeto cuando la fuerza gravitacional es igual a la fuerza de resistencia del aire.

Rhett Allain, profesor asociado de física en la Universidad Southeastern Louisiana, explicó que debido a la masa, tamaño y forma de un smartphone, aumentará su velocidad hasta alcanzar unas 60 millas por hora (97 kilómetros por hora).

Punto en que la resistencia del aire impide que se acelere. Aseguró que 300 pies en el aire era suficiente altura para que todos esos dispositivos, con y sin funda protectora, alcanzaran sus velocidades terminales.

Hay otro concepto físico a tener en cuenta: la desaceleración, comúnmente llamada “chocar contra algo”. Rober y Allain explicaron que la hierba amortigua la caída del objeto.

Lo que permite una desaceleración más lenta. Las superficies más duras como el asfalto provocan una desaceleración mucho más abrupta.

Resultados de las pruebas

• Caída de 3 pies: El iPhone y el Galaxy S23 sobrevivieron a dos caídas cada uno sobre el asfalto.
• Caída de 30 pies: El iPhone golpeó con fuerza el asfalto, rompiendo el cristal de la parte trasera. Todo lo demás estuvo bien. En el Samsung, la parte superior izquierda e inferior derecha de la pantalla OLED se rompieron y la pantalla ahora parpadea. Con fundas protectoras ambos sobrevivieron.
• Caída de 300 pies: Se hizo la prueba con fundas OtterBox Defender. Todo el cristal trasero del iPhone se rompió, pero aún funciona. En el Galaxy S23 la carcasa de goma se rompió, la pantalla no, pero todo el celular se dobló y ya no encendió.

Expertos en física dijeron que un buen estuche no sólo brinda protección durante la rápida desaceleración de la caída del celular.

También, protege las áreas de contacto más vulnerables.