A través del programa, Tecnología a favor de la Inclusión, el mayorista sensibiliza y empodera a socios.
Desde su lanzamiento en 2023, el programa, Tecnología a favor de la Inclusión, de Ingram Micro ha demostrado ser un pilar clave para fomentar una cultura corporativa más inclusiva en las empresas.
Diana García, directora de Recursos Humanos en Ingram Micro, destacó que, con el respaldo del mayorista y empresas como Intel, Cisco y Microsoft, se llevaron a cabo 12 sesiones formativas, lo que impactó directamente a más de 400 socios de canal y a muchos otros a través de materiales disponibles en la plataforma Xvantage.
La ejecutiva explicó que, el programa tiene foco en cuatro áreas estratégicas:
- Fortalecer la cultura de diversidad e inclusión brindando herramientas prácticas para su implementación
- Empoderar a las mujeres al visibilizar la necesidad de una mayor participación femenina en puestos directivos
- Accesibilidad con soluciones que abarcan desde discapacidades físicas hasta neurodiversidad
- Tácticas para el negocio enfocadas en integrar prácticas inclusivas que mejoren la productividad y el ambiente laboral
Asimismo, García destacó que uno de los mayores logros del programa en este primer año, fue crear contenidos prácticos y vivenciales en las empresas que promovieran acciones concretas.
Accesibilidad y empoderamiento como focos principales
Entre los temas más destacados este 2024 estuvo la accesibilidad, en el que se abordó cómo las empresas pueden integrar a personas con discapacidades ya sean visuales, auditivas o incluso TDH o autismo.
También se trabajo en el empoderamiento de mujeres, el cual fue uno de los temas prioritarios que busca que el talento femenino tenga un mayor protagonismo en los roles de liderazgo.
Lo que viene para 2025
De cara al próximo año, el programa, Tecnología a favor de la Inclusión, evolucionará hacia un modelo de laboratorios en los que las sesiones se segmentarán de acuerdo con los roles dentro de las empresas como: propietarios; recursos humanos o comités internos.
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El objetivo de esto es fomentar el intercambio de buenas prácticas entre empresas de todos los tamaños para mostrar la forma en que pequeñas acciones pueden generar cambios significativos.
“La clave está en construir una cultura de respeto que valore las diferencias y las convierta en fortalezas”, agregó García.