Los líderes requieren tener credibilidad, confianza y formación, además de habilidades para lograr que en las organizaciones convivan al menos tres generaciones diferentes.
El concepto y la aplicación de liderazgo no paran de cambiar; a últimas fechas se han orientado a dar más peso al colaborador.
En función de ello, los líderes deben ocuparse de que sus colaboradores los vean como figuras que transmitan seguridad y abran el canal de comunicación para que el recurso humano aporte ideas a la compañía.
Esto sin perder de vista que la figura de liderazgo depende de la etapa de desarrollo en la que se encuentre la empresa u organización en que se ejerce.
Pensando en las organizaciones de reciente creación, por ejemplo, puede requerirse de un líder que controle todos o la mayoría de los procesos.
Asimismo, conforme evoluciona la organización, la figura de líder debe transformarse hacia una que genere confianza en los colaboradores y los haga sentir parte de la empresa y valorar su trabajo.
Radiografía del líder
Entre el conjunto de condiciones, cualidades o aptitudes, especialmente intelectuales, que permiten el desarrollo de algo, en este caso del liderazgo:
- Requiere estar abierto a recibir retroalimentación;
- Ser congruente con lo que dice, hace y comunica;
- Desarrollar empatía;
- Aprender a delegar;
- Comunicar asertivamente;
- Escuchar activamente;
- Conocer las habilidades de cada integrante del equipo;
- Agradecer el esfuerzo de cada uno de los integrantes del equipo o colaboradores;
- Aprender cosas nuevas y formas de delinear estrategias ante un mundo tan cambiante;
- Ser determinado;
- Respetuoso;
- Adaptable; capaz de manejar el cambio.
- Ser analítico; hábil para manejar sus datos y estudiar su información;
- Predicar con el ejemplo;
- Ver más allá de sus propios intereses.
- Rodearte de personas que le inspiren y que se conviertan en sus mentores.
- Tejer una red de apoyo.
- Lealtad y también congruencia son otras características que no deben faltar a un líder.