El burnout es un síndrome de estrés crónico. La desconexión laboral es clave en la temporada vacacional.
La temporada vacacional representa una temporada invaluable para combatir el burnout laboral y parental; un síndrome de agotamiento crónico que afecta el bienestar físico, emocional y laboral originado por el estrés laboral, combinado con las responsabilidades de cuidado familiar.
Las vacaciones son una herramienta fundamental para reducir el estrés crónico y fortalecer la resiliencia al burnout, de acuerdo con por el Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección (CIMAD) de IPADE Business School:
Permiten una desconexión efectiva, aunque es necesario que el trabajador ponga límites claros entre el trabajo y el tiempo personal durante las vacaciones.
Las vacaciones también fomentan el autocuidado, permiten dormir bien, practicar hobbies y dedicar tiempo a actividades familiares promueve la salud mental.
Mejora la salud mental integral al garantizar el acceso a servicios de salud mental y psicoemocionales.
“La resiliencia al burnout requiere esfuerzos coordinados entre gobiernos, empresas y familias para crear un entorno que reduzca las presiones sociales y laborales que enfrentan los trabajadores”, explicó Yvette Mucharraz y Cano, directora del CIMAD.
Burnout en trabajo y en familia
El estudio ”Resiliencia al burnout”, CIMAD indica que existe la posibilidad de desarrollar capacidades adaptativas para enfrentar el burnout de manera sistémica o individual.
De acuerdo con el CIMAD, establecer políticas de apoyo estructural, organizacional y familiar son esenciales para mitigar el burnout y promover la resiliencia de los trabajadores.
El estudio considera el burnout parental, el cual ocurre cuando las demandas de crianza exceden los recursos disponibles. Sus características son:
- Agotamiento extremo
- Despersonalización
- Sensación de ineficacia
Mucharraz explicó que este síntoma es reforzado también por factores externos como expectativas culturales y sociales que presionan a las personas para cumplir con estándares ideales, tanto en el ámbito laboral como en el familiar.
Hallazgos clave del estudio del CIMAD
En el estudio se dejó ver la necesidad de apoyos estructurales y organizacionales para promover la resiliencia, tales como:
- Apoyos estructurales:
Sistema integral de cuidados, políticas gubernamentales que garanticen servicios como guarderías, comedores escolares y horarios extendidos en las escuelas.
- La movilidad urbana y los tiempos de traslados
- Apoyos organizacionales a nivel esquemas trabajo híbrido y un salario adecuado, pues las familias con menores niveles de ingreso experimentan más el bournut.
- Distribución de tareas en el equipo de trabajo y claro, la desconexión digital fuera de horas de trabajo
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Los apoyos familiares resultan cruciales para aliviar la carga de los empleados en sus funciones parentales, además fomentan y refuerzan en el mejor de los casos el bienestar emocional.
Se requieren apoyos estructurales, organizacionales y familiares para reducir los niveles de burnout.
Asimismo, es conveniente que estos apoyos se reestablezcan a la brevedad posible o se implementen apoyos similares para disminuir los efectos del burnout y evitar que se vuelva crónico.