Las ciber amenazas financieras se encuentran entre las más peligrosas, ya que impactan directamente el bienestar económico de las víctimas, ya sean personas u organizaciones.
En 2021 es probable que muchos ciberdelincuentes financieros apunten a sustraer Bitcoins de las cuentas de usuarios incautos con más frecuencia, mientras que otros se centrarán en criptomonedasUna criptomoneda es un activo digital que utiliza un cifrado criptográfico para garantizar su titularidad y asegurar la integridad de las transacciones. Estas monedas no existen de forma física, solo se almacenan en una cartera digital. Las criptomonedas cuentan con diversas características, una de ellas es que no están reguladas por ninguna institución y no requieren de intermediarios en las transacciones. Además, usan una base de datos descentralizada, blockchain o registro contable. de transición cuando exijan pagos a sus víctimas para evitar que su identidad sea descubierta.
El robo de Bitcoin se volverá más atractivo a medida que muchas naciones caigan en la pobreza como resultado de la pandemia. Con la caída de economías locales y la devaluación de algunas monedas, es probable que más personas se involucren en delitos cibernéticos, lo que llevará a más casos de este tipo. La debilidad de monedas locales puede incitar a que más personas se centren en el fraude que exige Bitcoin, así como en el robo de Bitcoin, ya que es la criptomoneda más extendida.
Al revisar lo sucedido en 2020, los investigadores de Kaspersky predicen que las capacidades técnicas especiales para monitorear, revelar la identidad de los usuarios y confiscar cuentas de Bitcoin, provocarán un cambio en los métodos utilizados por muchos ciberdelincuentes para exigir el pago de rescates.
El MageCarting o las Divisas de transición con mejores métodos de privacidad, como Monero, se utilizarían como una primera moneda de transición, y los fondos se convertirían luego a otras criptomonedasUna criptomoneda es un activo digital que utiliza un cifrado criptográfico para garantizar su titularidad y asegurar la integridad de las transacciones. Estas monedas no existen de forma física, solo se almacenan en una cartera digital. Las criptomonedas cuentan con diversas características, una de ellas es que no están reguladas por ninguna institución y no requieren de intermediarios en las transacciones. Además, usan una base de datos descentralizada, blockchain o registro contable., incluido Bitcoin, para cubrir los rastros de los delincuentes.
Los ataques de JS-skimming, se trasladarán al servidor. La evidencia muestra que, día a día, hay menos agentes de amenazas que dependen de los ataques a clientes que usan JavaScript. Se espera que el próximo año los ataques se centren en el servidor.
Se anticipa un aumento en los intentos de extorsión como medio para obtener dinero. Organizaciones que pueden verse afectadas por la pérdida de datos y los procesos de recuperación agotadores están en la mira, con más ciberdelincuentes atacandolas con ransomware o ataques DDoS, o con ambos.
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Como si esto fuera poco, los grupos de ransomware que lograron acumular fondos como resultado de una serie de ataques exitosos en 2020 comenzarán a usar exploits de día Cero, vulnerabilidades que los programadores aún no han encontrado, así como exploits de N días para escalar y aumentar la efectividad de sus ataques. Si bien la compra de exploits es un esfuerzo costoso, según las cantidades que algunos de los operadores de ransomware pudieron obtener de sus víctimas, ahora tienen fondos suficientes para invertir en ellos.