Si tu empresa cabe entre el concepto de Pymes, sabrás que es común recurrir al crédito para solventar gastos e imprevistos.
De acuerdo con la plataforma tecnológica Expediente Azul, en 2018 había en México 4.1 millones de empresas, de las cuales 15 mil son Pymes. Estas representan el 42% del PIB del país y generan un 72% de los empleos de México.
Para ayudar a las Pymes a saber si están listos para solicitar un crédito, ya sea de corto o largo plazo, Expediente Azul recomienda verificar algunos puntos primero:
- Revisa tu capacidad de pago. Una financiera te prestará el dinero que solicitas si, entre las condiciones que te pide, cumples con la capacidad de pago, por ello, te solicitará comprobar ingresos, y con base en ello medirá los riesgos. La razón por la que niegan un crédito a una Pyme es por sus bajos ingresos o porque estos no son comprobables. Las instituciones financieras solicitarán estados financieros, rendimientos y facturación con cifras puntuales.
- Aquí el 40% de los negocios fallan y las instituciones financieras pierden un 60% de las operaciones por falta de integración de requisitos. El 20% de percepción de descontento por parte de los clientes potenciales.
- Si como empresa pagas a tiempo, las empresas que revisen tu historial crediticio en el Buró de Crédito seguramente te prestarán dinero.
- Las instituciones financieras solicitan 14 requisitos para brindar un crédito individual y 40 en el caso de las empresas, esto puede ser un engorroso. No obstante, ahora existen Fintech con procesos dinámicos que otorgan los créditos hasta en un 200% más rápido.
Tip adicional. Si tu empresa presenta altos niveles de endeudamiento o su punto de retorno a la inversión está a plazos desmesurados, probablemente se te negará el crédito.
¿Quién es Expediente Azul?
Expediente Azul tiene una plataforma que digitaliza el proceso de recepción de expedientes de las instituciones financieras 200% más rápido, reduciendo un 60% el abandono en los procesos de onboarding.
Expediente Azul automatiza la conexión con Buró de crédito y legal, las firmas electrónicas, así como la validación de identidad y análisis de riesgos; ayudando a las instituciones financieras a reducir en un 30% los errores en los documentos enviados por el cliente, evitando reprocesos y costos extras a quien otorga el crédito.