A este Ratón le comentan que a algunos mayoristas les gusta más jugarle al vivo que cumplir sus promesas.
Resulta que varias marcas ya se dieron cuenta de que algunos mayoristas, en lugar de ayudarles a crecer el negocio, les están diciendo: “Ahí te ves, compadre, yo voy por mi propio lado”.
¿Qué pasó? Pues la clásica: deudas acumuladas, promesas de oro puro que nunca llegan, y, ¡cómo no!, incumplimientos por todos lados.
Y es que la cosa no termina ahí, mis cuates. Algunos mayoristas, en un acto de prestidigitación que ni el mismísimo Houdini, están haciendo tranzas con las líneas de producto que manejan en exclusiva.
Se les da precio preferencial, ¿y qué hacen? Dicen que los van a integrar en esos proyectos de servicios administrados tan bonitos y al final… ¡tómala! Los ves revendiéndolos por ahí, en el mercado abierto, a precios que sólo benefician a sus bolsillos. Mientras tanto, la marca que confió en ellos está mirando desde la banca cómo se les desploman las ventas en otros territorios.
El chiste es que los fabricantes se están dando cuenta de que estos juegos sucios no llevan a ningún lado, y las consecuencias ya las están viviendo. ¡Bye bye contratos! Se acabó la fiesta.
En lo que nos ponemos serios con el negocio, vamos a:
Lo Bueno:
La evolución que la consultora Canalys observa en los programas de fabricantes, los cuales se están moviendo para volverse más globales y respaldar el creciente número de movimientos de ventas y tipos de socios.
Estos programas se adaptan para reconocer el valor que los socios aportan a lo largo del ciclo de vida del cliente, y los proveedores reconocen y recompensan la forma en que los socios asesoran, realizan transacciones, gestionan y renuevan sus compromisos con los clientes.
Lo Malo:
El consumo en las Plazas de la Tecnología que operan en distintas ciudades del país está estancado. Salvo raras excepciones, marcas y mayoristas comentan a este Ratón, la mayoría de los comerciantes que atienden en estos lugares, no llegan a sus objetivos.
Lo Feo:
Que regrese el “Súper Peso” luce muy complicado. Por lo menos no regresará en los siguientes meses, durante el primer año luego de la transición en el Gobierno Federal. Hay muchos aspectos que no son del todo favorables para las expectativas económicas; tampoco se prevé una depreciación considerable, ya que sabemos que la nueva administración continuará con la misma línea del gobierno actual, pero factores como las reformas que se prevén generan cierta intranquilidad en los mercados.