Video: El Ratón Enmascarado; Sentadito estará más sanito
El 3 de octubre se aprobó la famosa Ley Silla. ¿Y qué significa esto? Que, en opinión de este Ratón, algunas marcas dedicadas a la venta de este tipo de productos, tienen una oportunidad comercial de oro.
¡Ah, caray! Por fin nuestros queridos “calienta-escaños” hicieron algo más que levantar la mano en el Congreso. El 3 de octubre se aprobó la famosa Ley Silla. ¿Y qué significa esto? Pues que esos compas que se la pasan chambeando de pie, como cajeros, guardias y vendedores, ya van a poder descansar el trasero con una silla de a de veras. Y este Ratón te comenta que no puede ser cualquier banquito de plástico que venden en el tianguis, ¡no señor! Debe ser ergonómica, que la espalda no se cuida sola.
Los patrones van a tener que aflojar la cartera para comprar sillas con respaldo o enfrentarse a multas de hasta 259 mil pesos. ¿Que si pueden esquivarlo? Ni con la tanda de la cuadra, eh. Y si no les cae el veinte, que se apuren los del comercio y servicios, porque son los que más gente tienen de pie todo el día, como si fueran soldados.
Así que ya lo saben, empresarios, vayan sacando el presupuesto para las sillas, porque ahora sí les va a salir más caro no cuidar a su gente que pedir disculpas.
En lo que arma la lista de clientes a los cuales ofrecer sillas, vamos a…
Lo Bueno:
Los robots móviles autónomos (AMR) ya están más avanzados y listos para chambear, mientras que los robots humanoides todavía necesitan que les bajen el precio para ser viables. Están listos, pero les falta rodar un rato más.
Lo Malo:
Aunque las PCs con IA ya salieron, no van a levantar mucho las ventas de portátiles en lo que queda de 2024. La banda de la cadena de suministro dice que las ventas se mantendrán igual que en la primera mitad del año. Así que no esperen milagros.
Lo Feo:
En Culiacán, el crimen organizado sigue haciendo de las suyas y los comercios de tecnología andan bien bajoneados. Aunque más del 90% de las tiendas están abiertas, la gente prefiere comprar cosas básicas y no andar viendo qué nuevo gadget se llevan.