Los datos recogidos por la Global Consumer Survey de Statista ubican a Países Bajos en el segundo lugar de naciones en las que el vecino (16%), utiliza la contraseña ajena para navegar vía WiFi.
El estudio no revela si tienen acceso a esta con consentimiento.
Las implicaciones de que otras personas accedan a nuestra red sin permiso, no sólo son cuestión de rendimiento en la conexión, sino que además puede tener otras repercusiones.
“Compartir la red con mis vecinos, hace que se sature y perdamos prestaciones, anexo a esto, algunos de estos usuarios pueden aprovechar vulnerabilidades de tu WiFi para robar datos importantes o, directamente, controlar alguno de tus dispositivos” explicó Jorge Rueda de Linksys.
Hay varios indicios que nos pueden alertar sobre esta situación, como un rendimiento menor en la red, que es uno de los más visibles, ya que si el número de conexiones o la cantidad de ancho de banda supera la media sin que haya un problema técnico, se sugiere revisar otras medidas para confirmar si nuestra red está utilizada por terceros.
Sin embargo, hay acciones que podemos realizar para evitar que esto suceda.
“De acuerdo con los expertos en seguridad informática, se recomienda cambiar la contraseña al menos cada trimestre.
“Cambiarla cada tres meses es una forma de asegurarte, de que tu conexión está bien protegida, el tiempo que esté el cibercriminal en la cuenta será corto” añadió Rueda.