Las instituciones que otorgan servicios financieros a través de la tecnología (Fintechs) podrían arriesgar la estabilidad del sistema, por lo que es importante una observación minuciosa de su evolución y desarrollo, aseveró el Banco de México (Banxico).
Es necesario, adem dar seguimiento a los servicios que otorgan, tanto para evitar arbitrajes regulatorios como para detectar oportunamente cualquier riesgo derivado de su operación, indicó el instituto central.
Las Fintechs han tenido un acelerado desarrollo en México y pueden contribuir a mejorar ciertos servicios, proveer otros complementarios al sistema financiero y contribuir a la inclusión financiera.
Sin embargo, el uso de las nuevas tecnologías puede abrir riesgos al sistema financiero en áreas donde los nuevos participantes no cuentan con la experiencia que las instituciones financieras tradicionales han venido desarrollando a lo largo de los años, indicó Banxico en su Reporte de Estabilidad Financiera a junio 2022.
Nuevo universo financiero
En 2021 se contabilizaron en México cerca de 512 Fintechs, un incremento de 16 por ciento respecto a las empresas existentes en 2020.
Los sectores más importantes son:
- Préstamos;
- Pagos y remesas;
- Empresas de tecnología para instituciones financieras;
- Gestión de finanzas empresariales.
El año pasado, los sectores que más crecieron fueron banca digital y préstamos.
La Ley para Regular a las Instituciones de Tecnología Financiera (LRITF) no abarca todas las actividades relacionadas con la prestación de servicios financieros a partir de tecnologías innovadoras, sino únicamente el financiamiento colectivo y los fondos de pago electrónico.
Actualmente sólo 27 instituciones cuenta con la autorización para operar como Fintechs dentro de la LRITF.
Existen ciertas entidades que otorgan servicios financieros con base en tecnología, pero que no solicitaron autorización para operar como Instituciones de Tecnología Financiera (ITF) y operan bajo la figura de Sociedades Anónimas de Capital Variable u otras figuras legales dentro del sistema financiero, como las Sofomes ENR.
Así que las fintechs que no caen en el paraguas de la LRITF están sujetas a la regulación y leyes federales aplicables en el ámbito que les corresponde, por lo que los usuarios cuentan con certeza legal de que son empresas debidamente constituidas bajo el marco normativo mexicano.