Cuidarnos para que no nos suceda algún fraude o estafa es una tarea de todos los días, recuerda que cualquier descuido puede tener un gran impacto económico.

A diario se sabe de nuevos casos de fraude y estafas financieras que afectan a bancos, inversionistas, grandes, medianas y pequeñas empresas. 

Estos temas en ocasiones son descubiertos de forma tardía, debido a que son generados en su mayoría por pequeños descuidos.

Entre las actividades que los estafadores pueden realizar se encuentran el engaño, la falsificación y alteración de información, modificar informes, cheques o cualquier documento de una entidad bancaria o pública, así como envíos de correos electrónicos o mensajes con links maliciosos.

Para evitar estos riesgos, te doy algunos consejos para prevenir este delito en tu empresa.

 1. Evalúa a las personas que manejan el dinero de tu compañía

Conocer a los integrantes del equipo financiero es sumamente importante. Existen personas que son más propensas a cometer errores, por este motivo es indispensable que evalúes cuidadosamente qué colaboradores estarán involucrados en los procesos financieros. Se recomienda conocer bien sus perfiles y seguir de cerca cada movimiento que realicen con el dinero de la empresa.

2. Conoce el sistema de control financiero

Cuando los registros están mal hechos o no se cuenta con revisiones periódicas se provocan los fraudes financieros. Por tal motivo, es fundamental conocer el sistema de control financiero utilizado por la compañía, para que le dé acceso al encargado de los registros cuando los necesite y revise posibles irregularidades.

3. Realiza auditorías de forma periódica

Es de suma importancia solicitar periódicamente informes de costos, gastos e ingresos para disminuir la posibilidad de fraude o desvío.

Lo recomendable es que se audite mes con mes, teniendo un día reservado exclusivamente para esta actividad, revisando cuidadosamente los informes y descartando cualquier fallo.

En caso de que el área financiera y contable no sea tu fuerte, lo que se recomienda es contratar a un profesional para que realice esta auditoría.

4. Usa la tecnología a tu favor

Es recomendable que la compañía tenga dentro de su estrategia de prevención, programas que automaticen los procesos administrativos, que abarquen las áreas más críticas del negocio, lo que permite la auditoría, además de apoyar a integrar los movimientos financieros y a obtener informes precisos.

Emplear sistemas informáticos que detectan movimientos inusuales que podrían ser un fraude es una de las mejores estrategias, una vez que el programa emite la alerta, los expertos analizan para confirmar o descartar un posible fraude.

5. Verifica que las instituciones en donde realizas transacciones estén en CONDUSEF

Antes de realizar algún negocio con alguna institución financiera, verifica que ésta se encuentre en CONDUSEF. Lo más rápido y sencillo es revisar esta información en su página web. También revisar sus redes sociales puede ayudar a comprobar el servicio y la seriedad que les den a sus clientes.

6. Desconfía de ofertas de financiamientos o de inversión que te prometan ganancias “sin riesgos”

No existe la inversión sin riesgos, así que desconfía de aquellas instituciones que te prometen grandes rentabilidades sin riesgo.

Así mismo, desconfía de productos de financiamiento de entidades situadas en países remotos, la mayoría de las veces son entidades fantasmas que te pedirán dinero que nunca vas a recuperar.

7. Protege tus datos

No compartas tus claves de acceso y desconfía de correos, mensajes o llamadas que te soliciten estos datos. Trata de cambiar estas claves y contraseñas de forma periódica y que no sean obvias, ya que pueden ser fácilmente descubiertas por los estafadores.

De igual forma, no des clic a ningún enlace que recibas sin haber verificado su procedencia, pues los estafadores pueden acceder a tu sistema con tan solo dar ese clic.

8. Capacita a los colaboradores y realiza un código de ética para prevención de fraudes.

La capacitación y el tener un código de ética dentro de la empresa son claves para que los colaboradores tengan conciencia del riesgo de este delito, en primera instancia para que no lo cometan y en segunda para que estén alertas e identifiquen conductas sospechosas de sus compañeros y personas externas.

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