En medio de la polémica tras revelarse que su hijo mayor, José Ramón, ocupó residencias millonarias en EU y trabaja en una empresa de los hijos de un empresario cercano a 4T.
El Presidente Andrés Manuel López, con la voz quebrada y lágrimas en los ojos, recordó que su familia ha sido espiada desde que sus hijos eran unos niños.
“Acerca de lo de mis hijos, yo tengo la ventaja, si se puede decir así, de que hemos sido espiados durante muchos años, desde que ellos estaban pequeñitos, bueno, cuando empezamos a ser Oposición en Tabasco, nos costó trabajo conseguir escuelas para que los inscribieran, ya se pueden imaginar las que hemos pasado”.
“Ellos saben que desde niños hemos tenido carros de vigilancia enfrente de nuestra casa, ellos han visto como cuando el movimiento en defensa del petróleo, allá por 1995, 96, yo traía orden de aprehensión, me metieron todo el código penal, como 11 delitos y entonces, para obligarme a que yo me amparar aunque yo me jugara, pasaban helicópteros, en ese entonces, del Cisen, estaba Tello en el Cisen, y Roberto Madrazo de Gobernador”.
Casi al finalizar la conferencia mañanera, el Mandatario federal dijo que está muy orgulloso de que sus hijos resistieran dicha persecución y aseguró que se han portado bien.
“A mis hijos entonces ya ellos saben qué es esto”.
“Me da mucho orgullo que resistan y se han portado bien, aunque saben de que una cosa es la familiar y otra cosa es el servicio público, lo saben perfectamente, mientras yo he sido dirigente ellos no han ocupado un cargo, porque ese es el acuerdo que tenemos, sabemos muy bien y yo les pido que se sigan portando bien, como lo están haciendo”.
El hijo mayor del Jefe del Ejecutivo labora en KEI Partners, creada en octubre del 2018, previo al inicio del actual sexenio, la cual es propiedad de los hijos de Daniel Chávez, uno de los empresarios más cercanos al Gobierno de la 4T, y a quien el Presidente nombró su supervisor del Tren Maya.
Además, en días pasados MCCI exhibió que José Ramón ha ocupado con su pareja, Carolyn Adams, dos residencias al norte de Houston, Texas, cada una con valor comercial cercano al millón de dólares.