El Ministerio de Industria de China emitió tres listas separadas de microprocesadores, sistemas operativos y bases de datos centralizadas autorizados.

China implementó un nuevo marco legal que prohíbe el uso de procesadores fabricados por Intel y AMD, junto con plataformas como Microsoft Windows y soluciones extranjeras de gestión de bases de datos, en ordenadores y servidores gubernamentales.

Esta medida, revelada por The Financial Times, surge como parte de un esfuerzo por garantizar la seguridad y confiabilidad de los sistemas informáticos del gobierno chino.

Las directrices, anunciadas a finales de diciembre, requieren que las agencias gubernamentales de alto nivel adquieran componentes y sistemas operativos “seguros y confiables”.

El Ministerio de Industria del país asiático emitió tres listas separadas de microprocesadores, sistemas operativos y bases de datos centralizadas autorizados, los cuales provienen de fabricantes y empresas de soporte chinas.

Esta prohibición podría tener un impacto significativo en los ingresos de las empresas bloqueadas, ya que el mercado chino representó una parte considerable de las ventas de Intel y AMD el año pasado.

Esta medida se enmarca en los esfuerzos de China por lograr una total independencia tecnológica, con el objetivo de eliminar gradualmente el uso de tecnología extranjera en los próximos tres años.

Desde 2022, las empresas estatales chinas han recibido instrucciones para ajustar sus estructuras operativas y ampliar el uso de sistemas de tecnología de la información de producción nacional.

Estas acciones reflejan las crecientes tensiones políticas entre Estados Unidos y China en el ámbito tecnológico, lo que ha resultado en una disminución significativa de la participación de las empresas estadounidenses en el mercado de tecnología de China.