Marketing para IA

Por Michel Braverman
Michel Braverman

Las marcas tienen el reto de conquistar a las máquinas y a las personas

La inteligencia artificial (IA) no solo está revolucionando la tecnología, sino que también está transformando el mundo del marketing y la reputación de las marcas. Hoy, más que nunca, entender y adaptar las estrategias comerciales a la forma en que los modelos de lenguaje grande (LLMs) —como ChatGPT, Gemini o Perplexity— seleccionan y presentan información, será fundamental para marcar la diferencia entre el éxito o el fracaso en el mercado.

De acuerdo con especialistas de marketing en firmas como LLYC,  firma global de Marketing y Corporate Affair, más del 35% de las búsquedas en línea ya son respondidas por estos modelos de IA, y existe la posibilidad de que esta cifra alcance hasta el 90% antes de fin de año. Si bien este dato debe tomarse con cautela porque depende de muchos factores, es innegable que la consultoría virtual y las respuestas automáticas están ganando terreno rápidamente. De hecho, se estima que un 60% de los consumidores consultan sistemas de IA antes de tomar una decisión de compra y un 20% puede incluso cambiar de opinión gracias a la respuesta que recibe.

Este escenario plantea un cambio radical: ya no basta con crear campañas diseñadas únicamente para captar la atención humana. Ahora, las marcas deben aprender a «hablarle a las máquinas», es decir, a los algoritmos y modelos de IA que deciden qué información mostrarán a los usuarios. Cuando estas inteligencias artificiales filtran contenido, priorizan la información que consideran más relevante y crean narrativas que impactan directamente en la percepción del público.

El reto de construir una narrativa para humanos y máquinas

Imaginemos a un cliente que busca un producto en línea. En lugar de recorrer múltiples páginas con enlaces tradicionales, ahora puede hacer una consulta conversacional y recibir una respuesta clara, precisa y sintetizada gracias a la IA. Las marcas que hayan logrado posicionar mensajes coherentes y actualizados en las fuentes que alimentan a estos modelos tendrán una ventaja enorme. En contraste, quienes dependen de información desactualizada o incompleta corren el riesgo de que su reputación se vea afectada y su marca quede fuera de la conversación.

Varias marcas están desarrollando auditorías específicas para entender de dónde se obtiene la información que nutre a las IA y cómo asegurarse de que la narrativa de cada marca esté alineada con sus valores y esté visible para estos sistemas. Este trabajo es clave, porque el futuro no solo será competencia por tráfico web, sino que también veremos una batalla por el espacio en las respuestas que las máquinas brindan a los usuarios.

Oportunidades y desafíos

Esta transformación representa una oportunidad única. Aprender sobre IA, análisis de datos, optimización para motores conversacionales y ética digital será imprescindible. Además, el uso responsable de la IA puede mejorar la personalización, hacer las experiencias digitales más fluidas y hasta crear nuevos canales de comunicación entre marcas y consumidores.

No obstante, también existen riesgos. Si las marcas no gestionan bien sus mensajes o si las IA toman información errónea o sesgada, puede surgir desinformación que afecte la confianza. Por ello, la precisión, la transparencia y la actualización constante del contenido serán cruciales.

Una mirada al futuro

El marketing para máquinas no reemplaza al marketing humano, sino que lo complementa. En este futuro cercano, quien logre construir una narrativa coherente, clara y auténtica para ambos —humanos y máquinas— se posicionará como líder en un ecosistema digital donde la información es poder y la reputación es clave.

Los buscadores tradicionales están dando paso a interfaces conversacionales. Los enlaces quedarán en el segundo plano mientras que las respuestas inmediatas, precisas y confiables serán lo que marque la diferencia. Para las marcas, adaptarse a esta nueva era es más que una estrategia, es una necesidad.

El futuro del marketing está tan conectado con la tecnología que dominar la comunicación con inteligencia artificial será una de las habilidades más demandadas. Comienza hoy a entender cómo las máquinas afectan la forma en que las personas deciden y cómo la reputación digital será una construcción tripartita: entre humanos, marcas y algoritmos. Así es como se ganarán los mercados y corazones del futuro.

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