Check Point lleva una década integrando Inteligencia Artificial a las soluciones de su portafolio de ciberseguridad. Hoy, esta tecnología se ha convertido en el eje central de su propuesta preventiva.
De acuerdo con Miguel Hernández, director general de Check Point México, cerca del 20% de los ataques bloqueados de forma automática por sus sistemas fueron detectados gracias a motores de IA, lo que demuestra su papel decisivo en la protección proactiva.
“Utilizamos diferentes metodologías predictivas para determinar si el tráfico o la Hernández, y añadió- lo importante no es solo detectar, sino prevenir. Si no previenes, cualquier ataque nuevo que utilice Inteligencia Artificial puede llegar a un usuario final”.
La estrategia de Check Point parte de una arquitectura por capas, donde la Inteligencia Artificial actúa como eje transversal que alimenta la protección de todos los frentes: correo, endpoints, móviles y nube.
“Nuestro objetivo es minimizar el riesgo al máximo posible y ofrecer un nivel de prevención de muy alto nivel”, añadió el vocero.
Así entonces, Check Point fortaleció su oferta de soluciones con componentes de Inteligencia Artificial integrados. Entre ellas destaca la protección de marca, que permite detectar exposición de credenciales o información sensible tanto en internet como en la dark web.
“Podemos identificar si hay credenciales o correos expuestos, si existen perfiles falsos que suplanten identidades personales o entidades corporativas, e incluso prevenir fraudes financieros o riesgos físicos como secuestros”, explicó el representante.
Otro foco de atención es el correo electrónico y los dispositivos móviles, donde la empresa observa un aumento sostenido de intentos de fraude y suplantación.
“El celular forma parte medular del ecosistema tecnológico. Toda nuestra vida está ahí, y por eso lo protegemos igual que una laptop o un servidor”, afirmó.
Ataques masivos y personalizados
Para Check Point, la Inteligencia Artificial ha potenciado el lado ofensivo de la ciberseguridad, multiplicando los ataques, reduciendo las barreras de entrada para los atacantes y elevado su sofisticación.
“Antes, un hacker era un experto en informática; hoy, con las herramientas adecuadas de Inteligencia Artificial, cualquier persona puede lanzar un ataque”, señaló.
Los ataques actuales, agregó, son masivos y a la vez personalizados. El uso de Inteligencia Artificial en campañas de phishing, vishing o suplantación de identidad hace que los mensajes parezcan genuinos, con lenguaje natural y sin errores ortográficos que los delaten.
“Hoy los atacantes compran bases de datos en la dark web y las introducen en aplicaciones de IA para automatizar los mensajes. Ya no son 100 personas haciendo copy paste; ahora bastan unas cuantas con las herramientas adecuadas”.
Soluciones inteligentes harán destacar al canal
La Inteligencia Artificial también es un diferenciador comercial para el canal de Check Point. La mayoría de las nuevas soluciones pueden ofrecerse bajo esquemas de servicios gestionados, con modelos de pago por consumo o por uso.
“Esto permite a los partners capitalizar la oferta con servicios adicionales, desde implementaciones y seguimiento hasta esquemas SOC as a Service o MDR (Managed Detection and Response)”, explicó.
Además, la compañía acompaña a sus canales con programas de entrenamiento y onboarding para que adquieran las competencias necesarias y conviertan el conocimiento técnico en valor agregado.
“No buscamos transacciones únicas, sino relaciones sostenidas con servicios y capacitación para que el canal también crezca”, aseguró.
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Preparados para 2026: protección de la IA generativa
En su visión hacia 2026, Check Point ya trabaja en la protección de entornos de Inteligencia Artificial generativa. La empresa adquirió recientemente dos compañías especializadas: Lakera y Verity Cybersecurity, enfocadas en blindar el consumo de APIs y en automatizar la detección de comportamientos anómalos.
“Lakera nos ayuda a poner una capa adicional sobre los prompts utilizados en la IA generativa, identificando si son benignos o maliciosos, mientras que Verity Cybersecurity, nos permite integrar la inteligencia de Check Point con soluciones de terceros, incluso si no son clientes nuestros, para ofrecer protección automatizada”.
Estas adquisiciones fortalecen la capacidad de la compañía para ofrecer gobernabilidad de datos e información usada en herramientas de IA, ayudando a los clientes a construir políticas de control y visibilidad.
“Muchos equipos internos ya revisan la gobernanza de los datos de inteligencia artificial; ahí entramos nosotros para apoyarles a construir cómo deben gobernar esa información”, concluyó el vocero.
Con esta estrategia, Check Point no solo refuerza su portafolio de ciberseguridad con motores de IA más robustos, sino que también prepara al canal para ofrecer soluciones que combinan prevención, servicios y rentabilidad en la nueva era de la Inteligencia Artificial.
