Memoria en crisis: la tormenta perfecta que pondrá a prueba al canal mayorista en 2025-2026

Por Ernesto López

OpenAI firmó contratos con Samsung y SK Hynix para recibir alrededor de 900 mil obleas de DRAM al mes, equivalentes a casi el 40% de la producción global.

La industria de la memoria vive una de sus peores crisis en 30 años. Lo que comenzó como una ola de innovación en inteligencia artificial (IA) se ha convertido en un tsunami que está arrasando con la oferta global de chips DRAM, NAND Flash y unidades de estado sólido (SSD). Y, como suele ocurrir, el impacto golpeará con especial fuerza a los eslabones más vulnerables de la cadena: los mayoristas y revendedores que abastecen al mercado mexicano.

La IA se come la memoria

Los números son brutales. Según datos recientes, OpenAI firmó contratos con Samsung y SK Hynix para recibir alrededor de 900,000 obleas de DRAM al mes, equivalentes a casi el 40% de la producción global. El resultado inmediato: los inventarios se desplomaron a niveles de dos o tres semanas de stock, cuando la norma eran dos o tres meses.

Chen Libai, presidente de ADATA, lo resume con claridad quirúrgica:

“Nuestros competidores ya no son otras marcas de módulos de memoria, sino los gigantes de la nube que absorben toda la producción.”

El mensaje es claro: los grandes compradores corporativos y los proyectos de IA están acaparando la capacidad productiva. Fabricantes como Samsung, SK Hynix, Micron, Kioxia o Western Digital están reconvirtiendo sus líneas hacia memorias de alto rendimiento (HBM y DDR5) destinadas a centros de datos y aceleradores de IA, dejando atrás las generaciones clásicas como DDR4.

Efectos en cadena: precios, inventarios y canales

Para el canal mayorista mexicano —ApC, Ingram Micro, CT Internacional, Grupo CVA, PCH y otros— la situación ya se traduce en contratos más caros, plazos inciertos y clientes inconformes. Los precios de la RAM DDR5 han subido hasta 30% en contratos y 40% en el mercado spot, y lo mismo ocurre con SSD basados en NAND Flash, cuya demanda se disparó ante la migración masiva de usuarios que abandonan los discos duros tradicionales.

Un ejecutivo de un distribuidor nacional (que pidió anonimato) lo dijo sin rodeos:

“Estamos peleando por asegurar inventario tres meses antes, algo impensable hace un año. Si no planificas, te quedas fuera.”

“Este debería ser el mejor trimestre del año en ventas, y creo que será el peor; todo lo tienen en allocation, todo! Flash, RAM, Unidades de estado sólidos, algunas marcas sí tienen flash, pero pues, no alcanza el producto para todos los distis, por ejemplo, me dicen que las Plazas de la Tecnología están vacías de producto y, al parecer así vamos a estar prácticamente todo el 2026”, añadió.

Este escenario pone en jaque la estrategia comercial del canal. Los revendedores acostumbrados a competir por precio tendrán que apostar por planeación, financiamiento y diversificación, porque el modelo del “precio del día” deja de funcionar cuando el proveedor no puede garantizar reposición.

Una escasez que no será pasajera

Los analistas más optimistas hablan de un equilibrio hacia 2027; los más realistas, de una escasez estructural que podría durar hasta una década. La causa no es solo coyuntural: la IA cambió la jerarquía del consumo de hardware. Donde antes mandaban gamers y entusiastas, hoy mandan los centros de datos.

La industria enfrenta una “apocalipsis de precios”: incrementos sostenidos, reducción de stock y un mercado donde las grandes corporaciones serán atendidas primero.

¿Qué puede hacer el canal mexicano?

La respuesta pasa por tres estrategias:

  1. Anticipar compras. Asegurar inventario con contratos trimestrales o semestrales, aunque el costo sea mayor.
  2. Diversificar oferta. Incorporar marcas de nicho o líneas industriales menos demandadas por los gigantes de la nube.
  3. Educar al cliente. Explicar que los aumentos no son especulación, sino resultado de una competencia global por recursos limitados.

Más allá del precio: una nueva realidad

Esta crisis deja al descubierto un cambio profundo en el ecosistema tecnológico. La IA se convirtió en motor económico y disruptor del hardware tradicional, desplazando la lógica de volumen y precio por una de disponibilidad y prioridad.

El reto para el canal en México no es solo sobrevivir al encarecimiento, sino adaptarse a un mercado donde la planificación será tan valiosa como el margen.

Y quizá, por primera vez en décadas, el valor no estará en vender la memoria más barata, sino en ser el único que todavía la tiene disponible.

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