La industria de seguridad y videovigilancia electrónica está experimentando un crecimiento importante en la generación de soluciones en red

La progresiva demanda de aplicaciones con analíticas de video ha marcado un antes y un después en la reducción de tiempo en el trabajo de monitoreo, lo que ha permitido ofrecer soluciones basadas en la visión, el sonido y el análisis para mejorar la seguridad, así como optimizar el rendimiento de los negocios.

La aceleración en el consumo de tecnologías ha abierto una brecha de seguridad muy importante para solventar su uso principalmente en las ciudades, ya que es uno de los ambientes más comunes de los sistemas de vigilancia.

Datos recabados por la Universidad Nacional Autónoma de México estiman que tan sólo en el área metropolitana de la CDMX se localizan por lo menos 35 mil cámaras colocadas en lo alto de los postes; cada una se encuentra conectada a un centro de control, cómputo y comando que se encarga del monitoreo de las mismas las 24 horas del día.

También muestran que nuestro país es uno de los que mayor crecimiento y uso de la tecnología de videovigilancia tienen.

Uno de los mercados con mayor crecimiento para la videovigilancia es el de las Ciudades Inteligentes, se contempla como un recurso para mejorar la calidad de vida de los habitantes.

Particularmente en el territorio mexicano la vigilancia electrónica tiene una oportunidad de desarrollo muy grande en áreas como retail.

Jorge Palomares, director general de Grupo IRS, señaló que este sector está creciendo de forma acelerada, y las proyecciones en Latinoamérica para 2025 posicionan a México como el país líder en la construcción de proyectos como Supermercados y Centros comerciales.

Las soluciones en las que los consumidores de estos mercados están invirtiendo traen numerosos beneficios gracias al análisis avanzado, que es esencial con el fin de comprender al cliente y crear una experiencia mejorada al momento de realizar compras. 

Otros espacios de relevancia en México para la videovigilancia son:

• Las infraestructuras críticas;
• Los sectores industriales que buscan ofrecer servicios en progreso de la ciudadanía, como la minería, el sector energético, agropecuario y los de generación eléctrica.