La electromovilidad enfrenta retos como: mayor demanda de energía, contaminación por litio, altos costos en refacciones y falta de infraestructura de recarga, ubica ATIO.

La electromovilidad en el país aún presenta retos importantes como mayor demanda de energía, impacto ambiental de las baterías de litio y el acceso a centro de cargas.

Afirmó Pablo Gualdi, presidente de ATIO Group.

“Hace 10 años, (la solución) parecía básicamente la única alternativa o el único camino principal para la sustentabilidad.

“Pero, ahora podemos ver todos los retos que enfrenta”, dijo durante su ponencia en el foro Atio Day.

En el caso de las baterías de litio, Gualdi expuso el caso de Costa Rica, donde detonó el uso de autos eléctricos usados, provenientes de Estados Unidos.

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Que a los pocos años dejaron de funcionar porque el reemplazo de las baterías y su desecho eran más caros que de los mismos vehículos.

“Este universo de retos que tienen la electromovilidad pura abre paso a muchas otras tecnologías o alternativas como combustibles sustentables.

“Así como, autos híbridos o la posibilidad de usar hidrógeno”, apuntó Gualdi.

Agregó que, en el caso de los vehículos eléctricos ligeros, se estima que el uso de combustibles en México aún tendrá relevancia considerable durante los próximos 16 años.

Por lo que habrá que mantener el abastecimiento del mercado de petrolíferos.

En tanto, el transporte pesado enfrenta aún más complicaciones para pasar a la electromovilidad, por las largas distancias que recorre y la carga que transporta.

“La alternativa que vemos viable en el corto plazo es el uso de combustibles tradicionales con cierta proporción de biocombustibles”, puntualizó Gualdi.