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IQSEC impulsa la transición del SOC tradicional hacia un CROC basado en riesgo, inteligencia artificial y contexto de negocio. Descubre por qué esta tendencia está marcando el futuro de la ciberseguridad en México y Latinoamérica.
Durante años he visto cómo los proveedores de ciberseguridad batallan con un dilema que parecía eterno: ¿cómo responder más rápido que los atacantes? El modelo tradicional de Centro de Operaciones de Seguridad (SOC) nos funcionó mientras los ataques seguían un patrón predecible. Pero hoy, cuando los adversarios automatizan ataques con IA y operan en minutos, seguir dependiendo de análisis manuales o flujos rígidos es simplemente insuficiente.
Por eso, cuando conocí el lanzamiento del CROC-RM7 de IQSEC, confirmé una tendencia que ha venido tomando forma en México y en la región: los SOC están mutando hacia centros de operación basados en riesgo, inteligencia y contexto de negocio. Y esta evolución no es opcional; es urgente.
El SOC tradicional ya no alcanza
Aarón Porraz, CEO de IQSEC, lo expresó con una crudeza que comparto: los SOC tradicionales son lentos. Una respuesta que antes podía tomar entre 40 minutos y varios días, hoy equivale prácticamente a dejar la puerta abierta al atacante. En un entorno donde la exfiltración automatizada tarda minutos, cada segundo es una ventana de daño.
Por eso me llamó la atención que el nuevo CROC de IQSEC reduzca esa respuesta a cinco minutos, gracias a una IA que aprende del cliente en tiempo real, comprende su madurez y prioriza según el impacto real al negocio. Este punto es clave: la ciberseguridad ya no puede operar sin contexto.
Los proveedores ya no venden monitoreo: venden entendimiento del negocio
Lo que estamos viendo con IQSEC y otros actores del ecosistema es un giro estratégico: pasar del monitoreo 24/7 al riesgo 24/7. La diferencia es profunda.
Un SOC tradicional detecta eventos.
Un CROC interpreta el riesgo, actúa y automatiza decisiones basadas en el negocio.
La afirmación de Noé Espinoza, de IQSEC, resume esta transición: “El valor de la Inteligencia Artificial no está en predecir, sino en actuar con base en el contexto del negocio”. Este cambio de paradigma es exactamente lo que los integradores, MSP y proveedores necesitábamos para enfrentar el desorden actual: demasiadas soluciones que no hablan entre sí, escasez de talento y ataques potenciados por IA.
La nueva competencia está en la velocidad… y en la metodología
Más allá de la tecnología, me parece muy relevante que IQSEC haya desarrollado una metodología de siete fases, totalmente auditable y cuantificable. En un mercado saturado de promesas de IA, contar con procesos medibles es lo que realmente separa la mercadotecnia de la seguridad operativa.
Este enfoque permite incluso simular adversarios y evaluar riesgos extendidos, como los que se alojan en la cadena de suministro, uno de los puntos más críticos para las empresas mexicanas y latinoamericanas.
Una tendencia regional que apenas comienza
El despliegue del CROC desde México hacia Centroamérica, y con planes para Latinoamérica y Canadá en 2026, confirma algo que veo cada vez más:
Los proveedores de ciberseguridad están dejando atrás los SOC y adoptando modelos basados en riesgo, automatización y decisión empresarial.
IQSEC se suma con una propuesta que pone al negocio en el centro. Quien no acelere esta transición se quedará rezagado.
Más que futuro, realidad pura
Los CROC, SOC autónomos o SOC avanzados no son solo una nueva etiqueta comercial:
son la respuesta directa a la crisis de velocidad, coordinación y talento que enfrenta la ciberseguridad empresarial.
El lanzamiento del CROC-RM7 de IQSEC es una señal clara de hacia dónde se mueve el mercado:
- IA que entiende al cliente, no solo patrones técnicos.
- Automatización que actúa en minutos, no horas.
- Metodologías auditables para una gestión real del riesgo.
- Servicios flexibles que se adaptan al tamaño, madurez y presupuesto de cada empresa.
Si algo tengo claro es que el futuro del SOC en México ya empezó, y está definido por la capacidad de convertir el riesgo en decisiones automáticas y accionables. Y en esa carrera, quienes entiendan el negocio del cliente serán los que marquen la pauta.