La incertidumbre económica y la presión sobre los bolsillos —por aumentos en educación, alimentos y vivienda— hacen que los consumidores piensen dos veces antes de invertir en tecnología.
La incertidumbre económica y la presión sobre los bolsillos —por aumentos en educación, alimentos y vivienda— hacen que los consumidores piensen dos veces antes de invertir en tecnología.