La Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) se pronunció porque en el análisis de la nueva Ley General en Materia de Humanidades, Ciencias, Tecnología e Innovación, exista la voluntad política y la sensibilidad para escuchar a la sociedad civil y a los expertos.
Señaló que si algo nos ha enseñado nuestra historia es que los grandes cambios sociales no se dan por decreto, sino generando las condiciones para que surja la innovación.
Planteó que México se encuentra rezagado en ciencia, tecnología e innovación.
De acuerdo con las estadísticas de la OCDE, compartidas por la COPARMEX, nuestro país se encuentra entre las naciones con menor inversión en Investigación y Desarrollo con el 0.29% del total del PIB.
Esto nos ubica por debajo de Colombia (0.298%), Chile (0.33%) y muy por debajo del promedio de los países de la OCDE (2.67%) y a un universo de distancia del país más avanzado en esa materia, que es Israel con (5.43%).
Respecto a la propuesta de nueva Ley General en Materia de Humanidades, Ciencias, Tecnología e Innovación, el organismo estableció que se trata de una reforma regresiva.
“Es una ley centralista ya que desde una Junta de Gobierno, designada directa e indirectamente por el Ejecutivo Federal, emanarán todos los planes y prioridades”, estableció en la más reciente publicación de Señal COPARMEX.
“Se guía bajo paradigmas ideológicos como es la no intermediación y acota la participación de sociedad civil y sector privado.
“Vemos como un retroceso que no se contemple la participación de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior; del Foro Consultivo Científico y Tecnológico; así como de los investigadores del Sistema Nacional de Investigadores y de los representantes del sector productivo en su construcción y en la operación misma del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación que se pretende crear.
“Creará discrepancias con la autonomía de las universidades y desincentiva las acciones que puedan realizar las entidades federativas y el sector privado en materia de inversiones en investigación, innovación y desarrollo tecnológico. Es un contrasentido a las mejores prácticas internacionales.
“No tiene razón de ser la militarización de la política de ciencia y tecnología. No hay motivos que justifiquen la incorporación de la Secretaría de la Defensa Nacional en el Consejo Nacional, tanto por el objeto como por los fines que persigue.
“En lo que respecta a la propiedad intelectual, la iniciativa de ley es contradictoria con el marco legal existente.
“Consideramos que los criterios que se contemplan para la asignación de becas para estudiantes pueden generar desventajas si se toma como base el criterio de las disciplinas, lo cual generaría un desajuste en la política pública de investigación”.
Una legislación de esta envergadura será exitosa sí y solo sí contempla un enfoque integral.
Ellos son el presente y futuro del país, y son quienes más pueden aprovechar los beneficios de detonar la innovación y el desarrollo de la ciencia y la tecnología.