¿Queremos un Jarvis… o solo un cajero automático?

Por Ricardo López Tello
Ricardo López Tello, cofundador AI, Agentes Inteligentes
Ricardo López Tello, cofundador AI, Agentes Inteligentes.

Descubre cómo los agentes de IA están transformando procesos empresariales y qué decisiones evitan que tu proyecto agéntico falle en el camino.

El concepto de agentes de inteligencia artificial promete revolucionar procesos, eliminar tareas mecánicas y multiplicar la productividad. CTOs y CIOs con los que converso lo sienten igual: la idea es seductora y, al mismo tiempo, cuesta creer que ya sea real.
Entonces aparece la duda que nadie dice en voz alta: si los agentes de IA son tan buenos, ¿por qué no todas las empresas ya están ahí?

Ni todos los proyectos funcionan ni todas las compañías están listas. De hecho, Gartner estima que para 2027 solo 40% de los proyectos agénticos seguirá vigente. Eso dice mucho.

Lo que sigue son los aprendizajes que separan a quienes ya están capitalizando la ola del Agentic AI de quienes todavía creen que construirán su propio Jarvis desde cero.


1. Antes de implementar agentes, entiende el problema

En transformación digital, empezar por la solución es la forma más rápida de fracasar. La pregunta correcta es simple:
¿Qué problema REAL quieres resolver con un agente de IA?

Muchas veces la respuesta es incómoda:

  • El proceso ni siquiera está documentado.
  • No se necesita IA: solo orden.
  • La mejor opción es una automatización básica, no un agente.

La claridad inicial evita inversiones inútiles y ayuda a detectar si en ese proceso hay “oro” o solo desorden.


2. Si el proceso ya está claro y aún depende de humanos, es candidato ideal

Cada vez que un flujo está documentado, es repetitivo, sucede todos los días y aún requiere una persona, ahí hay un espacio perfecto para empezar.
Ese es terreno fértil para Agentic AI.


3. No intentes construir un Jarvis en tu primera semana

Uno de los errores más comunes es querer un “súper agente” que haga de todo.
Resultado: proyectos fallidos, frustración y presupuestos quemados.

La realidad es que:

  • Cada empresa opera distinto.
  • La infraestructura varía.
  • La cultura pesa.

El enfoque correcto es modular: crear agentes pequeños, especializados y escalables.


4. “Fewer is bigger”: encuentra el eslabón donde el agente gana

La pregunta estratégica es:
¿En qué parte del proceso un agente supera a un humano?

Los agentes ganan en:

  • Disponibilidad 24/7
  • Velocidad de respuesta
  • Consulta de grandes volúmenes de información
  • Documentación precisa
  • Repetición infinita sin cansancio

Los humanos ganamos en empatía, contexto, criterio, negociación.
La magia está en combinar ambos mundos, no en reemplazarlos.


5. Si no genera valor real, no es transformación: es moda

Innovar por innovar no es malo—ser early adopter también tiene valor—pero si buscas ROI, debes exigir que el agente entregue algo tangible:

  • En salud: disponibilidad inmediata.
  • En finanzas: velocidad y precisión en transacciones.
  • En retail: documentación de patrones de consumo.

Cuando el valor es claro, convencer a la dirección es fácil.


6. Los agentes se entrenan, los bots tradicionales no

Aquí está la diferencia clave entre un agente y un cajero automático:
los agentes aprenden, reportan errores y mejoran.

Son alumnos ideales: precisos, disciplinados y sin ego.
El entrenamiento continuo es parte de la operación, no un proyecto aislado.


7. Acepta que no será perfecto

Habrá fallas, como en cualquier sistema crítico. La diferencia está en la preparación:

  • monitoreo,
  • redundancia,
  • planes de contingencia,
  • un proveedor sólido.

En el mundo agéntico, la resiliencia se diseña, no se improvisa.


¿Hacerlo “in house”? Claro, igual que crear tu propio Excel

Es posible, pero no es una buena práctica.
La tendencia es clara: Agentic AI as a Service.

Ventajas:

  • pruebas pequeñas,
  • escalabilidad,
  • cero CAPEX,
  • TI enfocado al negocio, no a infraestructura.

Casos reales del mundo agéntico

En Agentes Inteligentes procesamos miles de llamadas para encontrar patrones. Un cliente descubrió que las llamadas al mediodía generan decisiones más rápidas. Sin documentación automatizada, ese insight jamás habría aparecido.

Otro ejemplo: Erica, la asistente virtual de Bank of America.
Con más de 3 mil millones de interacciones, ayuda a millones de usuarios a mejorar su presupuesto y controlar sus gastos. Hoy es un pilar del banco.

Toyota usa agentes para agendar servicios de mantenimiento, coordinar reparaciones o renovar leasing. No es futurismo: es operación diaria.


Para cerrar

La industria ya está migrando hacia AIaaS y ecosistemas agénticos verticalizados. Eso traerá más innovación, mejores precios y opciones más maduras.

Pero también trae una advertencia: la dependencia de infraestructura crítica. Los apagones recientes de AWS y Cloudflare lo demostraron.
En este modelo, la redundancia deja de ser opcional.

El mundo agéntico ya está aquí.
La pregunta no es si va a transformar tu operación.
La pregunta es: ¿Cuándo vas a empezar a aprovecharlo?

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