KPMG recomienda evitar sanciones económicas, penales, y daños reputacionales, respetando la jornada laboral.
Respetar las normas que regulan las jornadas de trabajo no solo es una obligación legal, sino una estrategia esencial para el desarrollo sostenible y la reputación empresarial.
La Agenda 2030 de las Naciones Unidas establece objetivos claros para promover el trabajo decente y el crecimiento económico, destacando la necesidad de un entorno laboral que respete la dignidad humana, elimine la discriminación y garantice la seguridad social y salarios justos.
Marcela Calderón, socia de Legal Laboral, Seguridad Social y Servicios Fiscales en Remuneraciones de KPMG México, opinó que este marco global no es meramente aspiracional; se materializa en acuerdos internacionales como el T-MEC, que, a través de sus anexos 23 y 23-A, busca asegurar la protección efectiva de los derechos laborales, incluyendo la eliminación del trabajo forzoso.
La legislación mexicana establece límites precisos para las jornadas laborales: hasta 48 horas semanales, con posibles extensiones excepcionales de hasta 9 horas adicionales por semana en circunstancias extraordinarias.
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Indicó que cualquier acuerdo que supere estos límites carece de validez legal y, lo que es más grave, pone en riesgo a las empresas con sanciones significativas.
Calderón señaló que, durante 2023, se estableció que las multas por incumplir las normas laborales pueden oscilar entre MXN 5,400 y 27,000 por cada trabajador afectado.
Además, la modificación de la Ley General para Prevenir la Trata de Personas incluye la explotación laboral como un delito severamente castigado, con penas de prisión de 3 a 10 años y multas de 5,000 a 50,000 días de salario, incrementadas para comunidades indígenas y afromexicanas.
Esto subraya la gravedad de someter a los trabajadores a jornadas inhumanas y condiciones laborales peligrosas.
Valora a tus colaboradores y la reputación de tu empresa
El incumplimiento de estas normativas no solo conlleva consecuencias legales y financieras, sino que también afecta la reputación de la empresa.
En un entorno donde la conciencia social y la responsabilidad corporativa son cada vez más valoradas, las prácticas laborales inadecuadas pueden resultar en pérdidas comerciales significativas y dañar la imagen pública de la empresa de manera irreparable.
Por tanto, es crucial que las organizaciones revisen minuciosamente sus operaciones y su cadena de suministro para asegurar el cumplimiento de las obligaciones laborales y evitar cualquier situación que pueda considerarse explotación laboral. Implementar medidas para validar las obligaciones laborales no solo protege a la empresa de sanciones, sino que también contribuye a un entorno de trabajo más justo y productivo.
¡Tómalo en cuenta!
La gestión adecuada de las jornadas de trabajo no solo es un mandato legal, sino una inversión en el bienestar de los empleados y, por ende, en la productividad y sostenibilidad de la empresa.
Un ambiente laboral que respeta los derechos de los trabajadores fomenta la lealtad y el compromiso, reduciendo la rotación de personal y mejorando el rendimiento general.
En conclusión, cumplir con la legislación laboral vigente en México es una obligación que las empresas deben tomar muy en serio.
Más allá de evitar sanciones, se trata de construir un entorno de trabajo digno y sostenible que beneficie a todos: empleados, empresas y sociedad en general.
La integridad y el respeto por los derechos laborales son pilares fundamentales para cualquier organización que aspire a prosperar en el competitivo mercado global de hoy.