Conocimos los avances de la expansión de la fábrica de Intel en Chandler, Arizona
El fabricante busca balancear las cadenas de suministro para atender la demanda de semiconductores
Chandler, Arizona. Con el objetivo de balancear las cadenas de suministro hacia el continente americano, Intel anunció la expansión de una de sus fábricas más icónicas.
Se trata de la ubicada en el campus de Ocotillo en Chandler, Arizona; con lo que, además, el fabricante aumentará su presencia en el estado y a la par fomentará la innovación tecnológica.
John Kalvin, General Manager Global Partners and Support en Intel, compartió los avances de la construcción, y destacó que la sala limpia es resistente al clima y la fase de purga inició en las dos nuevas fábricas de chips.
Otro de los objetivos de Intel con la expansión también es generar oportunidades para muchas empresas en Latinoamérica, y en particular para los canales de distribución.
Dan Doron, vicepresidente y gerente general de Fab Construction Enterprise, dijo que expandir sus operaciones permite atender la creciente demanda de semiconductores.
“Esto es resultado de un gran trabajo en equipo. Hemos logrado un progreso significativo y siempre mantendremos nuestra cultura de cuidado y la seguridad como principal prioridad”, explicó.
El poder de Arizona
La fábrica de Intel en Arizona es relevante pues se trata del único fabricante de chips con sede en Estados Unidos.
Además, la compañía es parte integral del panorama tecnológico del estado, y más de 13 mil residentes de Arizona trabajan en Intel.
Asimismo, el impacto económico actual de Intel en el estado es de 8.6 mil millones de dólares.
¿Qué incluye la inversión?
La iniciativa de expansión incluye la construcción de dos fábricas avanzadas de semiconductores en Ocotillo, lo que incrementa la inversión total de Intel en Arizona a más de 50 mil millones de dólares en más de cuatro décadas.
Las nuevas fábricas producirán las tecnologías de proceso más avanzadas de Intel, incluyendo 18A y 20A con las innovaciones RibbonFET y PowerVia.
Con esta expansión, se espera la creación de más de tres mil empleos de alta tecnología junto con tres mil de construcción. Mientras que, podría generar cerca de 15 mil empleos indirectos dentro de la comunicad local.
Así va la construcción
La construcción acumula una fuerza laboral diaria de 6 mil personas calificadas que suman más de 10 millones de horas de trabajo a la fecha.
Y los trabajadores ya colocaron 342 000 yardas cúbicas de concreto, y han construido cerca de milla y media de estructuras de acero.
Intel hace lo propio en sustentabilidad
Para la compañía es importante mantener sus compromisos sustentables que incluye la reducción al mínimo de su huella ambiental sin sacrificar sus operaciones para cubrir la demanda mundial de semiconductores.
Y en ese sentido, Todd Brady, VP, Global Public Affairs and Chief Sustainability Officer en Intel, destacó que uno de los compromisos de la compañía es reciclar al menos el 90% de sus residuos de construcción.
Tan solo en lo que va de 2023, la compañía ha mantenido más de 25 mil toneladas de escombros de construcción de sus flujos de desechos en Arizona.
También ha logrado avances significativos en la administración del agua, y es que el campus de Ocotillo obtuvo una certificación de nivel Platino por la Alliance for Water Stewardship que reconoció el compromiso de Intel con la conservación y restauración del agua.
Esto porque conservó más de 3 mil 300 millones de galones de agua en sus operaciones de Ocotillo durante el 2022.
Y eso no es todo, también financió 21 proyectos de restauración de agua liderados por organizaciones sin fines de lucro para apoyar las cuencas hidrográficas de Arizona.
Otro punto para destacar es que la compañía aprovecha la energía solar para respaldar su compromiso con la electricidad renovable.
En este tenor, los estacionamientos del campus de Ocotillo y Chandler están cubiertos por paneles solares.
Estas acciones se suman a los objetivos corporativos de Intel que contemplan lograr un uso de electricidad 100% renovable en todas sus operaciones globales y un uso neto positivo de agua y cero residuos en los vertederos para 2030.
Y cero emisiones netas de gases de efecto invernadero en todas sus operaciones mundiales para 2040.