¿Qué tipo de mentalidad tienes, fija o de crecimiento?

¿Qué tipo de mentalidad tienes, fija o de crecimiento?

Mentalidad de crecimiento

Carol Dweck señala que existen dos tipos de mentalidades: la fija y el ‘Growth Mindset’.

Hanne Casasola, jefa de la Oficina Financiera en Siemens México, Centroamérica y el Caribe, explicó que una persona con mentalidad fija considera que sus capacidades y virtudes son atributos que no pueden ser mejorados o corregidos, es decir, que son características limitadas y estáticas.

En cambio, un individuo con ‘Growth Mindset’ o Mentalidad de Crecimiento, comprende que el aprendizaje diario puede perfeccionar sus habilidades, permitiéndole ver oportunidades en donde muchos solo observan obstáculos.

En todas las industrias, las empresas enfrentan desafíos para transformar su operación, mantenerse vigentes y crecer en los diferentes mercados; retos que son cada vez más complejos, pero que han encontrado una solución en la atracción y el desarrollo de talento.

Por ello, es fundamental que las empresas implementen programas de retención que vayan más allá de la simple remuneración, es necesario generar flexibilidad y adaptabilidad en los colaboradores, a través de esquemas de formación, liderazgo y desarrollo. Sin embargo, será indispensable que dichas estrategias estén centradas en una mentalidad de crecimiento.

Beneficios de adoptarla

Las organizaciones que han desarrollado este concepto confían en el potencial de sus equipos para desarrollar sus capacidades, habilidades e inteligencia.

De esta manera, se alienta a los empleados a ser creativos, pensar fuera de la caja y tomar riesgos.

Lo anterior, trae consigo grandes beneficios, como un mayor compromiso con los objetivos institucionales, así como una mayor productividad.

Esto, a su vez, genera un clima profesional óptimo, que promueve la participación y motiva a la fuerza laboral.

Tómalo en cuenta

Casasola compartió la receta de Siemens para desarrollar la mentalidad de crecimiento:

  • Retarte a ti mismo. Salta al fondo y asume nuevas responsabilidades. Sé valiente y atrévete a hacer algo diferente.
  • Atrévete a soñar: progreso es felicidad. Si no tienes un sueño, ¿cómo puedes hacerlo realidad? Muy a menudo en la vida nos atascamos en la rutina y hacemos cosas que siempre hemos hecho.
  • Aprende lo que te hace feliz. Todos tenemos diferentes habilidades e intereses, y lo que alguien encuentra fascinante es algo que otra persona encuentra tedioso. Céntrate en mejorar tus fortalezas y no solo en tus debilidades.
  • Aceptar el fracaso. Aprender de los errores. No tiene nada de malo.
  • Aprende, aprende y aprende. En lugar de navegar por redes sociales, dedica un tiempo a aprender algo nuevo todos los días.
  • Enfócate en lo que puedes cambiar. No desperdicies pensamientos negativos en cosas que no puedes cambiar, como el estado de la economía o la situación política. Concéntrate solo en lo que puedes modificar, trabaja en ti mismo para ser mejor cada día.

Es importante recalcar que no solo se trata de adoptar esta filosofía a nivel individual, sino de crear todo un entorno que impulse el aprendizaje continuo, la innovación y la resiliencia, atributos esenciales para el éxito y crecimiento en todos los aspectos de la vida.

En definitiva, la ‘Mentalidad de Crecimiento’ ofrece una nueva perspectiva sobre cómo podemos navegar por el complejo panorama actual. Al adoptar esta práctica, se fomenta una cultura de adaptabilidad, lo que nos equipa y prepara para una constante en la vida: ¡el cambio!

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