¿Qué viene en materia de almacenamiento de alto rendimiento?
Los servidores de computación de alto rendimiento (HPC) más potentes asumen los mayores desafíos del mundo, desde combatir el cáncer y descubrir materiales de próxima generación, hasta mejorar nuestra capacidad de comprender enfermedades.
Los gerentes de sistemas de instituciones públicas y privadas buscan implementar tecnología de almacenamiento de estado sólido en sus servidores por las ventajas que aporta en términos de velocidad; resistencia a golpes ya que no tiene partes mecánicas; funcionamiento silencioso; menor peso y consumo de energía en relación con los de un disco duro tradicional.
Las matrices de almacenamiento construidas usando SSDs de centros de datos consumen una fracción de la potencia de sus equivalentes de disco giratorio, a menudo del orden del 80% menos que matrices de discos duros SAS de 15K. Menos energía significa menores costos de operación, ahorrando potencialmente cientos, si no miles de dólares al mes, dependiendo del tamaño de sus matrices.
Junto con tiempos de acceso mucho más rápidos a aplicaciones e información, la tecnología de estado sólido también posibilita un arranque más veloz de los equipos, una velocidad de escritura de datos mayor, lo mismo que de lectura, y baja latencia.
Los SSDs de centros de datos proporcionan latencias de menos de 400 microsegundos en las operaciones de lectura, lo que implica que prácticamente no hay ningún tiempo de espera para que la plataforma de almacenamiento suministre información a los clústeres HPC. Mientras más rápido la información se encuentre con la tarea computacional, mayor será el rendimiento de su entorno HPC. Esto, junto con las capacidades de alto rendimiento de los SSDs de centros de datos, significa que la plataforma HPC funcionará con la máxima eficiencia.
¿Dónde se aplica?
Los servidores de computación de alto rendimiento (HPC) más potentes asumen los mayores desafíos del mundo, desde combatir el cáncer y descubrir materiales de próxima generación, hasta mejorar nuestra capacidad de comprender enfermedades. En el terreno comercial, estas mismas tecnologías ayudan a superar retos particulares de cada sector, al tiempo que generan demandas específicas.
Su adopción es una tendencia real, algunas instituciones financieras; cadenas comerciales y universidades, entre muchas otras organizaciones, se ocupan de equipar servidores con unidades de estado sólido para brindar servicios más rápidos de acceso, lectura y escritura de datos a sus usuarios.
Tras el brote de la pandemia de COVID-19 y el confinamiento, el acceso a procesos y aplicaciones a través de Internet aumentó, y se convirtió en una gran oportunidad para proponer y equipar a las organizaciones con este tipo de infraestructura de alto rendimiento, afortunadamente es algo que en México se está aprovechando.
La computación de alto rendimiento (HPC) proporciona grandes cantidades de potencia de procesamiento en áreas como la ingeniería, la investigación y las aplicaciones de Think-tank. Mantenerse al día con estas demandas de computación requiere de un almacenamiento de alto rendimiento. Con capacidades de lectura sostenidas de más de 85,000 IOPS1, y la capacidad de servir más de 550MB/segundo, por unidad, las matrices construidas en los SSDs de centros de datos pueden proporcionar un amplio rendimiento para mantenerse al día incluso con las mayores demandas.