Un informe de McKinsey que habla sobre el desplazamiento de la fuerza laboral, estima que alrededor de 800 millones de empleos globales podrían verse afectados por la automatización antes de 2030.
Eso indica que alrededor del 6% de la fuerza laboral global, tiene que encontrar nuevas ocupaciones debido a la automatización. Pero no te espantes, aunque desaparezcan algunos roles, lo natural es que muchos evolucionen y se les eliminen tareas tediosas para que los humanos seamos más productivos en nuestros centros laborales.
Aquí está el gran pero, aunque todo esto es muy sencillo de decir, en realidad llevará años de prueba y error. Para muestra de ello, los pilotos autónomos. Por ahora existen muchas reservas.
La Inteligencia Artificial aprende de los humanos y nosotros desarrollamos nuevas habilidades al mismo tiempo. Existe una creciente preocupación sobre si habrá suficientes puestos de trabajo, dada la posible automatización.
La historia sugiere que tales temores pueden ser infundados: con el tiempo, los mercados laborales se ajustan a los cambios en la demanda de trabajadores, debido a las disrupciones tecnológicas, aunque a veces con salarios bajos.
El reto es garantizar que los trabajadores tengan las habilidades y el apoyo necesarios para la transición a nuevos trabajos. Los países que no logren gestionar esta transición podrían experimentar un aumento del desempleo y una caída en los salarios.
Seguramente en el futuro los presentadores serán robots humanoides o seres virtuales, las cámaras y todo el sistema de producción se operarán y editarán de forma autónoma o I.O Qué Sé. Por ahora hay que concentrarse en adquirir nuevas habilidades para transformar nuestros trabajos.