Brecha tecnológica en MiPyMEs mexicanas: 70% aún sin software administrativo ni contable

Por Omar Barrera
Juana Ramírez, presidenta del Consejo Directivo de la ASEM, y David Ortiz, CEO de Siigo Aspel Latam.

Empresas que usan un software administrativo y/o contable, tienen un nivel de facturación 1,317.5% más alto que aquellas que no utilizan ese tipo de tecnología.

La digitalización sigue siendo un reto para las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs) en México. De acuerdo con el estudio “Gestión financiera y contable de las empresas en México 2025”, realizado por Siigo Aspel y la Asociación de Emprendedores de México (ASEM), 7 de cada 10 empresas aún no utilizan software administrativo para gestionar su operación, pese a que hacerlo puede marcar la diferencia entre crecer o desaparecer.

El informe revela que las MiPyMEs que utilizan herramientas de gestión administrativa y contable facturan hasta 1,317.5% más que aquellas que no han adoptado este tipo de soluciones.

“Cuando el conocimiento del personal se combina con herramientas tecnológicas, las organizaciones implementan hasta 74% más controles internos, reducen errores y refuerzan la transparencia en la operación”, señaló Juana Ramírez, presidenta del Consejo Directivo de la ASEM.


Obstáculos que frenan la digitalización

El estudio identifica cuatro principales razones por las que las MiPyMEs no implementan un software administrativo o contable:

  • 34.7% considera que el costo es alto.
  • 20.6% no sabe qué solución elegir entre las opciones disponibles.
  • 12.4% cree que son tecnologías complejas.
  • 12% no sabe cómo utilizarlas.

Esta percepción se traduce en un rezago tecnológico que afecta directamente la competitividad y la supervivencia empresarial. De hecho, 4 de cada 10 nuevas empresas en México fracasan por falta de controles administrativos y financieros.


El uso limitado de hojas de cálculo

Si bien el 92.4% de las empresas utiliza alguna herramienta digital para la gestión administrativa y 93.1% para la contable, la mayoría aún depende de hojas de cálculo (61.5% y 51.3%, respectivamente).

Para David Ortiz, CEO de Siigo Aspel en Latam, este hábito representa un riesgo:

“Las hojas de cálculo son propensas a errores, carecen de automatización y visibilidad en tiempo real. Además, limitan la escalabilidad, ponen en riesgo la seguridad de la información y generan datos inconsistentes”.


Oportunidades para el canal de distribución

El estudio señala que existe una ventana de negocio para el canal tecnológico que desee atender a las MiPyMEs en su proceso de transformación digital. Ortiz identifica tres áreas clave en las que los proveedores de soluciones pueden aportar valor:

  1. Capacitación para el uso de software administrativo y contable.
  2. Diseño e implementación de procesos que fortalezcan la operación financiera.
  3. Acompañamiento en la adopción tecnológica, asegurando un uso efectivo y escalable.

Planeación financiera: tarea pendiente

Aunque el 71.8% de las empresas ya realiza planeación financiera, cerca de un tercio de las MiPyMEs no lo hace porque simplemente no sabe cómo.

Entre quienes sí planifican, destacan los siguientes indicadores:

  • Proyecciones de costos y gastos (70.3%).
  • Proyecciones de facturación e ingresos (67.5%).
  • Flujo de efectivo (45%).
  • Indicadores de liquidez (56%).
  • Margen de utilidad neto (52%).
  • Punto de equilibrio (41.6%).

Sin embargo, el área contable en la mayoría de las empresas sigue enfocada en lo básico: cumplimiento fiscal (83.2%) y registro contable (72.8%), dejando de lado la estrategia financiera.


Digitalizar para sobrevivir

El estudio de Siigo Aspel y ASEM pone sobre la mesa un mensaje contundente: las MiPyMEs que no adopten software administrativo y contable corren un alto riesgo de rezago e incluso de desaparecer.

La adopción tecnológica no es solo una herramienta de productividad, sino un habilitador de crecimiento, competitividad y permanencia en el mercado. Para los proveedores de soluciones, el reto y la oportunidad están en acompañar a las empresas en este proceso, reduciendo las barreras de costo, complejidad y capacitación.

También te puede gustar