Los ciberdelincuentes se vuelven más sofisticados y emocionalmente manipuladores; Gen llama al canal a evolucionar hacia un perfil consultivo.
La ingeniería social es hoy la herramienta más poderosa de los cibercriminales: impulsa el 86% de los ataques cibernéticos a nivel global, de acuerdo con Gabriel Ruchelsman, ejecutivo principal de cuentas de socios en Gen, empresa especializada en soluciones de ciberseguridad. Esta táctica aprovecha emociones humanas y el uso de inteligencia artificial (IA) para engañar a usuarios, incluso a través de plataformas como Facebook o WhatsApp.
“Los delincuentes usan IA para escalar fraudes, mientras que empresas como Gen la utilizamos para detección proactiva”, explicó Ruchelsman. De acuerdo con datos que compartió, más de 2 mil 500 millones de amenazas fueron bloqueadas entre octubre y diciembre de 2024, una tendencia que también afecta con fuerza a México.
¿Qué significa esto para los revendedores?
La creciente sofisticación de los ataques exige que el canal de distribución adopte un nuevo enfoque. “Los canales que ofrecen asesoría postventa y soluciones personalizadas crecen hasta un 30% más”, enfatizó el vocero. Su recomendación es clara: los revendedores deben transformarse en consultores de seguridad digital, con la capacidad de educar al cliente y demostrar cómo la ciberseguridad protege el negocio, no solo los dispositivos.
Además, Gen ofrece entrenamiento técnico y comercial a través de un equipo dedicado en México, fortaleciendo las habilidades de sus socios de negocio y preparándolos para responder a estas amenazas emergentes.
¿Por qué importa la ingeniería social?
A diferencia del malware tradicional, la ingeniería social manipula el comportamiento humano. Hoy los ataques son más personalizados, creíbles y difíciles de detectar gracias al uso de IA generativa. Desde correos que imitan a un jefe directo hasta mensajes de emergencia familiares, los usuarios pueden caer fácilmente sin saberlo.
Oportunidad para el canal TIC
El aumento de amenazas representa también una oportunidad clara de negocio para los emprendedores tecnológicos: las pymes y usuarios finales buscan aliados confiables que les ayuden a navegar este nuevo entorno. Capacitarse, ofrecer valor consultivo y alinear las soluciones con las verdaderas preocupaciones del cliente puede marcar la diferencia entre vender un antivirus o construir una relación comercial sostenible.
