¡Aguas con la ola de ransomware que se está cebando sobre varias empresas del Sector!
Cada noviembre, el Buen Fin es como el espejo de cómo pensamos el consumo en México. Este 2025 trae un twist: un día extra, el sello “Hecho en México”, reglas más estrictas de PROFECO y premios para pagos digitales.
Muchos lo ven como más trámites. Yo lo leo como una señal: formalidad, transparencia y digitalización. Eso es el mercado pidiéndote que juegues en serio.
Aquí el problema: la mayoría de revendedores de tecnología se enfocan en vender rápido, como si todo fueran descuentos de liquidación. ¿Qué pasaría si en lugar de eso usamos el Buen Fin como un laboratorio de confianza?
Piensa en esto:
- Los pagos digitales no son solo comodidad. Son datos, trazabilidad y seguridad. Si el cliente paga sin miedo, ¿qué le impide volver a comprarte?
- El sello oficial y el QR no son burocracia, son tu pase a jugar en ligas mayores.
- Postventa y seguimiento ya no son opcionales. Cumplir lo prometido construye reputación.
Lo que mata a muchas Pymes tecnológicas no es la falta de clientes, es la falta de confianza.
Checa Mercado Libre Negocios, plataforma con la que el gigante del e-commerce pone un pie firme en el terreno B2B: ¿una verdadera democratización del mayoreo digital o un nuevo reto para distribuidores tradicionales?
Y como buen ratón de negocios, cierro con Lo Bueno, Lo Malo y Lo Feo:
Lo Bueno:
MAPS Disruptivo ya tiene fecha para su IT Solutions Day 2025 en CDMX, con más de 1,500 asistentes esperados. Networking del que genera negocio real.
Los cambios en la dirección de Ventas y Mercadotecnia para Consumo en Epson México México abren una nueva etapa para la compañía en el mercado de consumo. ¿Qué implica la designación de Daniel González en la estrategia regional y la relación con los socios de negocio?
Lo Malo:
El foco que los grupos de Ransomware están teniendo en compañías del Sector Tecnológico nacional, afectando operaciones de varias en las últimas semanas.
Lo Feo:
El Paquete Económico 2026 llega con la misma historia: austeridad, baja inversión y desconfianza. Todo eso puede frenar el crecimiento tecnológico en el sector público.
