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México necesitará 137% más egresados STEM hacia 2050. La falta de talento amenaza la competitividad tecnológica y el nearshoring, alerta el IMCO.
México corre el riesgo de frenar su avance tecnológico, su apuesta por el nearshoring y su competitividad digital debido a un déficit estructural de talento STEM que se profundiza cada año. A pesar de que las carreras en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas están entre las mejor pagadas y con mayor crecimiento global, siguen siendo poco demandadas entre los jóvenes.
De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), solo 8% de los egresados universitarios en México proviene de ciencias exactas o computación, mientras que 46% de la matrícula se concentra en apenas diez carreras tradicionales, principalmente Derecho, Administración y Contabilidad.
“El mercado laboral avanza más rápido que el sistema educativo. Mientras las aulas se siguen llenando de futuros abogados y administradores, el mundo laboral demanda científicos de datos, programadores e ingenieros especializados”, advirtió el IMCO en su informe Compara Carreras 2025.
Una brecha que compromete el futuro tecnológico
El IMCO estima que México necesitaría 137% más egresados STEM rumbo a 2050 para responder a la demanda de talento en sectores estratégicos como tecnologías de la información, energía, salud, manufactura avanzada e inteligencia artificial.
Sin un ajuste profundo, para 2050 México podría triplicar el número de egresados universitarios, pero 65% seguiría proviniendo de carreras tradicionales, lo que generaría 28.7 millones de profesionistas formados en áreas saturadas y dejaría sin cubrir vacantes críticas en puestos de alta especialización.
Estas cifras son una señal de alerta para la industria tecnológica. La escasez de perfiles especializados podría limitar proyectos de automatización, IA aplicada, ciberseguridad, analítica avanzada y desarrollo de software, además de frenar la expansión de proveedores tecnológicos e integradores que hoy dependen del talento digital para crecer.
Cobertura insuficiente y pérdida de técnicos especializados
El diagnóstico del IMCO también revela que la cobertura de educación superior en México no crece al ritmo de la población joven. Solo 34% de los estudiantes entre 18 y 22 años accede a la universidad, una cifra menor que la registrada en 2019.
Además, el país enfrenta un retroceso en la formación técnica: México perderá 300 mil técnicos hacia 2050, una tendencia que compromete la meta de industrialización, la operación de plantas de manufactura avanzada y las oportunidades derivadas del nearshoring.
La desconexión entre lo que estudian los jóvenes y lo que necesitan las empresas ya se refleja en datos de la OCDE: 3 de cada 10 jóvenes no tiene un plan de carrera, la mayor incertidumbre vocacional en una década.
Carreras cuyo auge podría frenarse
El informe destaca que los estudiantes siguen eligiendo Administración, Derecho, Psicología e Ingeniería Industrial, carreras que podrían perder hasta 25% de demanda en cinco años, mientras que las áreas con mayor crecimiento —ciencia de datos, inteligencia artificial, desarrollo de software, energía, salud y ciberseguridad— enfrentan un déficit estructural.
“El país continúa formando talento para sectores saturados, mientras deja vacantes abiertas en áreas críticas para la economía digital y la manufactura avanzada”, concluye el IMCO.
Recomendaciones para cerrar la brecha de talento
El Instituto planteó tres líneas estratégicas para alinear la formación académica con las necesidades de la economía digital:
1. Programas universitarios más cortos y flexibles
Carreras con certificaciones parciales y rutas formativas adaptadas al ritmo del mercado laboral, especialmente en áreas tecnológicas.
2. Modelos regionales de educación no tradicional
Esquemas que conecten a empresas, gobiernos e instituciones educativas para impulsar hubs de formación especializados, vinculados con clusters industriales y tecnológicos.
3. Orientación vocacional basada en datos
Un sistema nacional actualizado sobre carreras, empleos y salarios que permita a los jóvenes tomar decisiones informadas y reduzca la incertidumbre vocacional.
Riesgo y oportunidad para el sector tecnológico
Para los tomadores de decisiones del sector TIC, este panorama plantea un doble escenario:
- Riesgo: sin talento STEM, México podría perder competitividad en innovación, manufactura avanzada y adopción de tecnologías clave como IA y cloud.
- Oportunidad: las empresas tecnológicas pueden convertirse en agentes activos mediante alianzas educativas, programas de upskilling, certificaciones técnicas y esquemas de talento regional.
La formación tecnológica ya no es solo un tema académico; es un asunto de soberanía digital y crecimiento económico. México tiene la oportunidad de cerrar la brecha, pero requiere la participación directa del sector productivo para lograrlo.