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El informe revela como la seguridad electrónica evoluciona hacia un rol más estratégico, con mayor adopción de la Inteligencia Artificial y reforzamiento de nube y protección.
La seguridad electrónica atraviesa una transformación profunda.
De cara a 2026, los departamentos especializados están redefiniendo sus prioridades, colocando a la ciberseguridad, la inteligencia artificial (IA) y la nube como ejes estratégicos para responder a entornos cada vez más digitales, conectados y expuestos a nuevas amenazas.
De acuerdo con los resultados de la sexta edición del informe Estado de la Seguridad Electrónica 2026 de la empresa Genetec.
En este se señala que el sector de la tecnología de seguridad electrónica ha dejado de concebirse como un conjunto de herramientas aisladas para evolucionar hacia plataformas integradas, capaces de conectar dispositivos, datos y procesos de toma de decisiones en tiempo real.
Para llegar a conclusiones, el documento está elaborado a partir de entrevistas a más de 7.300 profesionales de la seguridad a escala mundial, especialmente de Europa y Estados Unidos.
Los profesionales de esta área consideran que estas tecnologías aportan valor a su función, especialmente en la mejora de las operaciones de seguridad o la gestión de alarmas.
De tal modo, que buena parte de los proyectos irán destinados a la integración de aplicaciones que contribuyan al incremento de la seguridad, al mismo nivel que los destinados a la mejora de la videovigilancia o el control de accesos.
Ciberseguridad: un requisito operativo fundamental
A medida que los sistemas de seguridad electrónica se vuelven más interconectados, apunta el informe, la protección de dispositivos IoT y periféricos se ha convertido en una necesidad crítica.
La convergencia entre tecnología de la información (TI) y seguridad electrónica está reforzando la resiliencia organizacional al unificar defensas físicas y cibernéticas, optimizar procesos y facilitar el intercambio de datos.
Los datos reflejan esta tendencia: 47% de los usuarios finales de TI identificaron las herramientas de ciberseguridad como una prioridad, frente a un promedio del 37% del total de los encuestados.
Esta colaboración también acelera la adopción de nuevas tecnologías y posiciona a la seguridad electrónica como un habilitador del negocio, más allá de una función meramente operativa.
Nube: adopción gradual con visión de largo plazo
La nube se consolida como un pilar de la seguridad electrónica moderna.
El estudio de Genetec menciona que fabricantes, distribuidores TI y consultores anticipan que los usuarios finales mantendrán un interés constante en trasladar parte de su infraestructura de seguridad a entornos cloud, impulsados por la flexibilidad, escalabilidad y capacidad de integración.
“Aunque persisten preocupaciones relacionadas con la pérdida de datos, los costos y la dependencia de proveedores, la adopción avanza de forma progresiva”, cita el informe.
El 61% de los consultores espera que sus clientes migren algunas cargas de trabajo a la nube en los próximos 12 meses.
Mientras que el 71% de los distribuidores TI prevé nuevas implementaciones en la nube para 2026, frente a solo un 3% que anticipa una disminución.
Inteligencia artificial: prioridad estratégica con retos pendientes
Por primera vez, la IA se posiciona al mismo nivel que el control de acceso y la videovigilancia como una prioridad clave para la seguridad electrónica en 2026.
Los usuarios finales reconocen el valor de los sistemas que integran IA para mejorar las operaciones, habilitar investigaciones avanzadas y ofrecer capacidades como el monitoreo remoto y el análisis predictivo.
Al respecto, apuntan la necesidad de que la integración de estas herramientas permita la conectividad de diferentes sistemas y la eliminación de barreras en el intercambio de datos.
La idea general es conseguir sistemas unificados o integrados, que cuenten con IA para llevar a cabo analíticas avanzadas o automatizaciones.
En cuanto a objetivos concretos de adopción, el informe prioriza usos claramente operacionales, como son:
- Activar eventos automáticamente, un 55% de los encuestados, así lo contempla
- Aautomatizar por completo las tareas repetitivas, 48% expresa eso objtivo como respuesta
- Filtrar y clasificar eventos automáticamente (46%)
- Automatización de las respuestas a emergencias (46%) o predecir futuras amenazas o eventos (34%), entre otros.
No obstante, el mercado aún enfrenta desafíos. Ninguna solución destaca claramente y los usuarios demandan mayor orientación para entender cómo la IA puede generar un impacto real.
La confianza en esta tecnología crece, pero persisten inquietudes: solo el 29% de los usuarios afirma no tener preocupaciones, mientras que el 70% expresó dudas sobre el diseño, la implementación y el uso de los datos.
Concretamente, les inquieta el uso de los datos, la utilización de los sistemas de IA de manera maliciosa, la falta de comprensión del funcionamiento de esta tecnología, la duda de que la IA funcione como un ser humano o encontrar expertos en la materia.
Ante este escenario, la colaboración entre integradores y fabricantes será clave para acelerar su adopción, resalta Genetec en su informe.
Sistemas integrados: el nuevo estándar
La modernización de la seguridad electrónica también responde a la necesidad de integrar sistemas con nuevas tecnologías.
El 60% de los encuestados señaló esta razón como el principal motivo para reemplazar tecnología obsoleta, seguido por el acceso a nuevas capacidades con 51%.
Además, el 91% de socios de negocio y fabricantes afirmó que la demanda por agregar nuevas tecnologías a sistemas existentes aumentó o se mantuvo constante en 2025.
Estas tendencias confirman que la seguridad electrónica está entrando en una nueva fase digital, donde la nube, la IA y la ciberseguridad no solo fortalecen la protección, sino que transforman la información en conocimiento accionable y decisiones más rápidas.