
La externalización de procesos gana terreno como herramienta clave para Pymes y grandes empresas, pero aún persisten mitos que limitan su aprovechamiento.
La externalización de procesos (BPO, por sus siglas en inglés) se consolida como una estrategia eficaz para aumentar la productividad, reducir costos y liberar recursos que pueden enfocarse en el core del negocio. Sin embargo, de acuerdo con Luis Soto, gerente de desarrollo de negocios en Kelly, todavía existen ideas equivocadas sobre lo que implica este modelo.
“Externalizar no significa perder el control de los procesos. Al contrario, permite a las empresas concentrarse en su operación principal, mientras un proveedor especializado aporta eficiencia y tecnología de primer nivel”, explicó el ejecutivo.
¿Por qué considerar la externalización?
Desde la reforma laboral en México, el outsourcing dejó de ser exclusivo de grandes corporativos, y ahora tanto Pymes como multinacionales lo aplican en áreas clave como:
- Nómina
- Contabilidad
- Soporte técnico
- Seguridad
- Atracción de talento
Entre los beneficios más relevantes del outsourcing destacan:
- Reducción de costos operativos
- Mayor eficiencia y productividad
- Mitigación de riesgos laborales y fiscales
- Acceso a tecnología avanzada sin grandes inversiones
- Escalabilidad de operaciones
- Mejora en la experiencia del cliente
- Acceso a talento especializado
Mitos comunes sobre el outsourcing
Uno de los errores más frecuentes es pensar que la externalización es lo mismo que la subcontratación ilegal. Sin embargo, Soto aclara que en México está prohibido el staffing, es decir, la subcontratación de trabajadores bajo supervisión directa del cliente. En cambio, los servicios especializados son legales si el proveedor cuenta con el registro ante la STPS (REPSE).
También persiste la idea de que solo pueden tercerizarse tareas operativas. En realidad, funciones estratégicas como la gestión de nóminas masivas, contabilidad integral o incluso administración de TI y legal, también pueden externalizarse.
Claves para una externalización efectiva
Para que este modelo funcione, Soto recomienda definir una declaratoria de trabajo clara, con:
- Alcance del servicio
- Metas específicas
- Entregables
- Esquemas de evaluación y mejora continua
Además, las relaciones con proveedores suelen establecerse por periodos de seis a 36 meses, con revisiones periódicas y acuerdos centrados en resultados.