La denuncia alega que la transacción eliminaría la “feroz competencia directa” entre ambas compañías, lo que podría traducirse en aumentos de precios y una menor oferta de soluciones innovadoras.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) presentó una demanda para bloquear la adquisición de Juniper Networks por parte de Hewlett Packard Enterprise (HPE), valorada en 14.000 millones de dólares. Según el DOJ, esta fusión “reducirá la competencia y debilitará la innovación” en el mercado de redes de área local inalámbrica (WLAN), afectando a numerosas empresas e instituciones estadounidenses.

La denuncia alega que la transacción eliminaría la “feroz competencia directa” entre ambas compañías, lo que podría traducirse en aumentos de precios y una menor oferta de soluciones innovadoras.

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HPE y Juniper se defienden

HPE y Juniper respondieron calificando la demanda del DOJ como “fundamentalmente defectuosa” y han manifestado su intención de defender vigorosamente la adquisición en los tribunales. Ambas empresas sostienen que la fusión ofrecerá a los clientes mayor innovación y opciones, además de fortalecer la infraestructura de redes en EE.UU.

¿Por qué el DOJ bloquea la fusión?

El DOJ argumenta que, tras la fusión, el mercado de WLAN quedaría altamente concentrado, con HPE-Juniper y Cisco Systems controlando más del 70% del sector. Además, señala que Juniper ha sido una “fuerza disruptiva”, obligando a HPE a ajustar precios y estrategias para mantenerse competitiva.

Este caso recuerda a otros bloqueos regulatorios en el sector tecnológico, como la fallida compra de Qualcomm por Broadcom en 2018, que fue detenida por preocupaciones sobre competencia e innovación.

En noviembre de 2024, se informó que representantes de HPE y Juniper se reunieron con funcionarios del DOJ en un intento por salvar el acuerdo, lo que resalta la importancia y el impacto potencial de esta fusión en la industria.

Este caso subraya la creciente vigilancia de las autoridades sobre fusiones y adquisiciones en el sector tecnológico. La decisión final sobre este acuerdo podría redefinir la competencia en el mercado de redes y afectar a empresas que dependen de estas soluciones para su infraestructura digital.