Capgemini prevé implementaciones a escala, Cloud 3.0, agentes autónomos y un cambio total en el desarrollo de software para justificar el ROI empresarial.
La Inteligencia Artificial entrará en 2026 con un reto definitivo: demostrar su retorno de inversión. Aunque el 38% de las empresas mexicanas ya utiliza algún tipo de IA, solo el 7% reporta resultados verdaderamente transformadores, principalmente en ingresos y productividad. Capgemini advierte que el próximo año marcará el paso de los “experimentos” a las implementaciones empresariales a escala, con métricas claras, confianza operacional y colaboración humano-máquina.
“Hacia 2026, el desarrollo de la IA no muestra signos de desaceleración. Las organizaciones invertirán en la preparación de datos y en la ‘química IA-humano’ para aprovechar su potencial transformador más allá de las modas”, afirmó Martha González, vicepresidenta de operaciones en Latinoamérica de Capgemini. La directiva agregó que el verdadero valor de la IA surgirá cuando esta tecnología se integre a todos los procesos, decisiones y tareas críticas del negocio.
Entre los casos de uso más comunes en México destacan el helpdesk inteligente, la generación y síntesis de contenidos, los asistentes para desarrollo de código, la analítica predictiva y el procesamiento automatizado de documentos. Aun así, el desafío de 2026 será pasar de pilotos dispersos a modelos de producción de punta a punta, impulsados por agentes capaces de aprender y razonar.
IA comiéndose al software: el nuevo ciclo de desarrollo
Una de las tendencias más disruptivas será la remodelación del ciclo de vida del software: las organizaciones pasarán de escribir código a expresar intenciones. Esto acortará los tiempos de entrega y fortalecerá la supervisión y el control de calidad. Las compañías tendrán que reconstruir aplicaciones y capacitar a sus desarrolladores, ya que los roles se redefinirán alrededor de verificación, auditoría y resiliencia.
Cloud 3.0: infraestructura inteligente para escalar IA
La adopción de la IA también dependerá de la evolución hacia Cloud 3.0, una arquitectura que combina nube híbrida, multinube, edge computing, automatización e inteligencia avanzada. Esta infraestructura permitirá escalar modelos y desplegar agentes autónomos, al tiempo que asegura soberanía digital y optimización del consumo de nube.
Operaciones inteligentes con agentes autónomos
En 2026 veremos un salto hacia motores vivos de automatización inteligente, donde agentes de IA monitorean procesos, resuelven excepciones y colaboran con los humanos en la ejecución de tareas. Será, según Capgemini, el fin de los sistemas de registro estáticos.
México cierra 2025 con 450 millones de dólares invertidos en IA, de los cuales 250 millones corresponden a IA generativa. La presión por escalar de forma responsable y con resultados medibles marcará el ritmo del año decisivo.